Colau se compromete ahora a auditar el estado todas las infraviviendas de Barcelona

Hace dos semanas, Barcelona amanecía con el trágico fallecimiento de de una familia en el incendio de la sucursal bancaria abandonada en la que vivían. Los servicios sociales del Ayuntamiento y los Mossos tenían constancia de la precaria situación de esta familia pero no estimaron peligro alguno en su situación. Ante esta situación, el gobierno municipal se ha comprometido a realizar una auditoría, coordinada por los Bomberos de Barcelona y los servicios técnicos de Urbanismo, para detectar todas las infraviviendas de Barcelona y evaluar tanto los riesgos de seguridad que puedan existir como el impacto de estas ocupaciones en los vecinos. Se trata de una propuesta impulsada por el Grupo Municipal de Junts que se ha aprobado en la comisión de Presidencia con los votos a favor de todas las formaciones políticas y la abstención de ERC.

Según los datos del propio Ayuntamiento, solo en Barcelona, 865 personas habitan en lo que se conoce como infraviviendas, como la sucursal bancaria siniestrada. La comisionada de Acción Social del Ayuntamiento, Sonia Fuertes, ha explicado que en Barcelona tienen detectados 86 asentamientos en los que viven 384 personas, de las que 53 son menores de edad. Además, hay 105 locales ocupados en los que viven 481 personas, de las que 156 son menores de edad. Por tanto, en Barcelona, actualmente hay un total de 865 personas que viven en infraviviendas

El portavoz de Junts, Jordi Martí, ha defendido que la iniciativa debe servir para intentar evitar accidentes como el ocurrido el 30 de noviembre en el local ocupado de la plaza de Tetuán, en el que una familia con dos menores murió a causa de un incendio: “Falló la prevención. […] Todos juntos teníamos mucha información y no se pudo, o no se tuvo la capacidad para impedir un incidente como éste, con un resultado tan dramático”, ha lamentado.

El teniente de alcalde en Seguridad, Albert Batlle, ha aprovechado para destacar que los informes preliminares de los Mossos d’Esquadra y de los Bomberos de Barcelona apuntaban que la causa del incendio fue fortuita y que, por tanto, “los informes difícilmente podían detectar un peligro inminente”. En este sentido, también recordó que en la lista de locales ocupados del Departamento de Interior constaba los problemas de convivencia que generaba el empleo de esta antigua sede bancaria, pero no hablaba de peligros estructurales.