Desafío

Junts jalea un posible regreso de Puigdemont y ya lo vincula a la independencia

Los posconvergentes fían el grueso de su estrategia para 2022 al expresident huido, que está pendiente del Tribunal de Justicia de la UE, e incluso exigen preparar una “respuesta de país”

El líder de JxCat y expresident de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont.
El líder de JxCat y expresident de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont.GUGLIELMO MANGIAPANEREUTERS

“El tiempo no se para, pero nosotros tampoco. Los 60 los celebraremos juntos en casa”. Con este mensaje publicitó Carles Puigdemont su 59 cumpleaños el pasado 29 de diciembre a través de las redes sociales. Un órdago que, más allá de alimentar los rumores que agitan las bases independentistas sobre su hipotético regreso, fija 2022 como año para resolver la situación de los huidos. Es decir, construye el marco temporal y se sitúa en el foco.

Y es que Junts fía su estrategia en la figura de Puigdemont para tratar de reanimar el “procés” y presentarse ante el electorado como garante de los postulados más unilaterales en contraposición con Esquerra y su mano tendida a negociar con el Gobierno.

Para ello, los posconvergentes agitan la baraja y ya exhiben el as del expresident: este domingo, la propia presidenta del Parlament, Laura Borràs -el principal cargo del partido- ha defendido que una eventual vuelta del expresidente de la Generalitata España “tiene que poder ser una oportunidad para culminar la independencia”.

Así lo ha asegurado en una entrevista en el diario ‘El Nacional’ publicada este domingo, en la que ha defendido que su regreso permitirá ver “hasta dónde llega la autarquía española también desde un punto de vista democrático”.

Unas palabras que vinculan por primera vez un hipotético regreso de Carles Puigdemont -pendiente del Tribunal de Justicia de la UE- con el desafío independentista y dibujan una nueva hoja de ruta basada en la vía unilateral, la que promueven los posconvergentes ante los republicanos. Es más, Borràs exige a partidos y entidades preparar el escenario de un hipotético regreso de Puigdemont e incluso especula con un nuevo “momentum” del independentismo: “¿Hasta dónde podemos llegar? Pues, hay cosas que no las podemos permitir. Tendría que haber una respuesta de país”, zanja.

Y pone en la diana a ERC: “No podemos comulgar con ruedas de molino de una mesa de diálogo en que no hay orden del día ni voluntad que tenga a ver con el ejercicio del derecho a la autodeterminación y la amnistía”, advierte Borràs.

Sin embargo, la agitación de gran parte del independentismo -y de Junts- en torno a la figura de Puigdemont se topa con dos cuestiones por resolver: el recurso ante la pérdida de la inmunidad como eurodiputados del propio Puigdemont, además de Toni Comín y Clara Ponsatí; y la cuestión prejudicial que el juez Pablo Llarena planteó en marzo al Tribunal de Justicia de la UE acerca del alcance de las euroórdenes. Su entorno y defensa no se plantean ninguna vuelta sin estas dos cuestiones.