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¿Por qué queremos tanto a Ana María Matute?

Blackie Books publica un libro sobre la vida y la obra de la escritora barcelonesa

Ana María Matute, acompañada de su hijo Juan Pablo, en su mesa de trabajo en 1957
Ana María Matute, acompañada de su hijo Juan Pablo, en su mesa de trabajo en 1957Blackie Books

Suele pasar que muchos escritores, tras su desaparición, viven una suerte de temporada en el infierno. En el caso de Ana María Matute, fallecida en 2014, sigue siendo una autora querida, con un público fiel que sigue leyendo sus novelas y sus cuentos. desde hace unas semanas una nueva obra nos permite conocer más una autora que sigue sin tener una biografía. «El libro de Ana María Matute», editado por Blackie Books, viene a suplir con creces esa ausencia gracias a una monumental introducción en el particular universo de la autora de «Primera memoria» u «Olvidado Rey Gudú».

Jorge de Cascante ha sido el encargado de dar forma a materiales procedentes de diversos archivos, especialmente los de los herederos de Matute. Pese a todo, el responsable de la obra reconoce, en declaraciones a este diario, que no ha sido un trabajo fácil por la ausencia de una institución que proteja el legado de la escritora barcelonesa. «Pensé que me encontraría mucho más material. Por desgracia, en este caso, no hay una Fundación Ana María Matute. Hay, como en otros casos parecidos, muchos vacíos en el patrimonio cultural. Para mí ha sido un proceso igual al que me enfrenté cuando hice los libros dedicados a Gloria Fuertes y Gila, lo que ha supuesto revisar muchas cajas con lo que guardaba su hijo o sus sobrinas», aseguró.

En «El libro de Ana María Matute» nos adentramos en el álbum personal de la escritora a partir de imágenes personales, desde su infancia pasando por su terrible matrimonio con Ramón Eugenio de Goicochea –«El Malo», como lo llamaba ella–, su maternidad, las dificultades para salir adelante su carrera literaria en un mundo de hombres, la depresión, el reconocimiento... Todo un mundo que no era, en ocasiones, suficientemente conocido por parte de los seguidores de una de las grandes escritoras españolas del siglo XX.

Jorge de Cascante ya ha hecho con anterioridad en Blackie Books libros monográficos sobre Gloria Fuertes, Gila y Fernando Fernán-Gómez. ¿Cómo se hace para aproximarse a vidas tan distintas y ricas al mismo tiempo? «Primero me centro en la biografía que es lo que tengo más en penumbra. Me hago un esquema centrándome en pasajes de su vida. A partir de aquí empieza mi investigación y veo los materiales que existen. Luego cuando esta maraña se desmenuce podemos contemplar como parte de la obra que me interesa se enlaza con la parte vida que más me interesa. En el caso de Ana María Matute es acercarse un pelín más a la verdad del personaje. Se ha intentado dar una perspectiva distinta sobre Ana María, alguien que al principio mostraba en sus textos un realismo que es durísimo, con pasajes tremebundos».

Por las páginas de «El libro de Ana María Matute» nos encontramos algunas historias desconocidas, como la del gran amor de Matute, Julio Brocard, con quien vivió durante casi veintiocho años. Entre los materiales quien se acerque a este volumen encontrará regalos como una colección de imágenes tomadas por Colita en 1972, cuando Matute vivía en Sitges y donde aparece acompañada entre risas y gin tonics con Ana María Moix y Jaime Gil de Biedma.

No todo es humor. La depresión que padeció no se oculta y queda testimoniada en documentos tan impactantes como el llamado «Diario Negro» en el que Matute apuntaba las sesiones con su psiquiatra Domingo Carreras, entre 1973 y 1979. Allí podemos leer, por ejemplo, pasajes como «me siento hundir lentamente. Suntuosamente desesperada. Ya no sé si gritan las gaviotas o los cuervos» o «Yo solo sé que te quiero y todo lo demás pertenece a un mundo donde no habito ni entiendo ni oigo ni sé hablar...»

Cascante admitió que tras año y medio de trabajo, inmerso en la vida y la obra de Ana María Matute «ahora es como una amiga. Fue una persona que, pese a las adversidades que se encontró, salió adelante creando su propio mundo. Se salió con la suya hasta el final, hasta esa última etapa». Eso es lo que tenemos en un libro que nos invita a seguir queriendo a Ana María Matute.