Diada

Desafío al Govern: Junts alienta su posible salida y ERC rechaza de plano elecciones

La manifestación de la ANC deja al president Aragonès en el punto de mira, con los posconvergentes exigiendo conformar un nuevo sanedrín independentista

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto a Jordi Puigneró, Laura Vilagrá y Jaume Giró, durante el acto organizado por Òmnium Cultural con motivo de la Diada del 11 de septiembre
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto a Jordi Puigneró, Laura Vilagrá y Jaume Giró, durante el acto organizado por Òmnium Cultural con motivo de la Diada del 11 de septiembreToni AlbirAgencia EFE

El independentismo se ha levantado con mala cara tras el revolcón de la Diada. El 11-S, antiguo bálsamo de un movimiento que se hizo fuerte en la calle, se ha convertido en un auténtico bumerán para Esquerra, con el Ejecutivo de Pere Aragonès en el ojo del huracán. La manifestación de la ANC terminó con miles de manifestantes clamando contra el Govern y con la entidad exigiendo “independencia o elecciones” en su gran cita del año, un desafío en toda regla en pleno inicio del curso político.

Y este lunes, Junts ha recogido en parte el guante lanzado por el sector más inmovilista de las bases independentistas y Laura Borràs ha amagado con una posible ruptura. La ex presidenta del Parlament ha advertido de que es “perfectamente posible” que la formación que lidera deje el Govern porque “no se están cumpliendo los compromisos” con ERC respecto a seguir el camino pactado hacia la independencia.

En declaraciones a La 2 y Ràdio 4, Borràs ha asegurado que ve “lógico” el ultimátum que lanzó este domingo la ANC en la manifestación de la Diada al exigir ”o independencia o elecciones”. “El país reclama que lo que se votó, se cumpla. Y me parece lógico y comprensible, lo que hay que hacer cuando estás al frente de las instituciones es cumplir”, ha remarcado.

Amagos de ruptura que llegan coincidiendo con un inicio de curso agitado en Cataluña, con ERC fiándolo todo a su estrategia negociadora con el Gobierno de Pedro Sánchez y Junts amenazando con someter a votación interna su continuidad en el Ejecutivo si el president Aragonès no vira el rumbo de su hoja de ruta y apuesta por el choque.

El ultimátum posconvergente termina a finales de mes, coincidiendo con el debate de política general que debe celebrarse en el Parlament y en vísperas del quinto aniversario del 1-O

“Antes de dar un portazo, hay que intentar solucionarlo, pero tras la manifestación de ayer se impone que así no podemos seguir”, ha avisado luego el secretario general posconvergente, Jordi Turull, más calmado y menos beligerante que Borràs al apostar por negociar hasta el final con Esquerra.

Turull, no obstante, ha puesto sus condiciones encima de la mesa: ha reclamado una reunión urgente del “espacio de dirección estratégica” del independentismo, un especie de sanedrín de coordinación previsto en el pacto de legislatura en el que deberían estar Junts, Esquerra, la CUP, el Consell per la República de Carles Puigdemont y entidades soberanistas como la mencionada Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.

ERC, señalada por casi todos en el transcurso de la Diada de la fractura independesntista, rechaza de plano elecciones -”sería profundamente irresponsable”, repiten los republicanos- y se abren a convocar este nuevo comité de sabios en las próximas semanas. Eso sí, el aviso es claro: “Que todo el mundo venga con propuestas, no sólo con críticas a la vía ancha de Esquerra”.