Narcotráfico

El consumo de heroína en el Raval de Barcelona se traslada de los narcopisos a la calle

Los Mossos y la Guardia Urbana han desmantelado en 2022 dos puntos de tráfico de drogas cada semana en el barrio

Manillas de la Guardia Urbana
Manillas de la Guardia UrbanaGuardia Urbana

Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona han desmantelado 56 puntos de venta de droga desde enero hasta agosto de este año en el distrito de Ciutat Vella, mayoritariamente en el barrio del Raval, y han detenido a 59 personas vinculadas con delitos de salud pública por tráfico de drogas en el entorno de estos domicilios.

El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle; el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, y la de Salud, Gemma Tarafa, han explicado estos datos en declaraciones a los periodistas este viernes tras la Junta Local del distrito, donde se han analizado los datos, la tarea policial y los resultados delincuenciales desde principios de año y durante verano.

El Ayuntamiento ha defendido que la presión policial que Mossos y Urbana realizan en el entorno de estos inmuebles, “algunos de los cuales son ocupados ilegalmente y otros no”, ha supuesto que el consumo de drogas (sobre todo de heroína) se traslade a la vía pública y que los narcopisos sean un fenómeno residual.

“El consumo se ha desplazado de los pisos a la calle”, ha lamentado Batlle, que ha sostenido que esto deteriora la convivencia del distrito y ha asegurado que la administración tiene absoluto compromiso, en sus palabras, en la mejora de esta situación.

En ese sentido, ha defendido que “es necesaria una atención prioritaria en Ciutat Vella” y más efectivos policiales (en concreto de los Mossos), más tareas de investigación, y ha exigido la implicación del poder legislativo.

Actualmente se están investigando una decena de domicilios en el distrito en los que se sospecha que se están desarrollando actividades relacionadas con el tráfico de drogas, donde harán intervenciones policiales con orden judicial para desmantelarlos.

Batlle ha asegurado que es “una situación compleja y nada querida” por parte del Ayuntamiento, ha anunciado más patrullaje en las calles del distrito y, además, ha criticado que las propiedades de los pisos no actúan y esto favorece las ocupaciones delincuenciales, según él.

Tarafa ha explicado que han notado el mayor consumo de drogas en la vía pública por la presencia de jeringuillas, que asegura que están a los mismo niveles de 2019, con 47.000 jeringuillas que se encontraron en la calle, y por las personas que acuden a los centros de drogodependencia.

La titular de Salud en el consistorio ha pedido a la Consellería de Salud de la Generalitat una mayor implicación porque asegura que “Barcelona no puede abordar el problema de las drogodependencias en solitario”, una idea en la que también ha coincidido Rabassa.

“Barcelona no puede estar sola, asumir todo el trabajo que está asumiendo, y necesitamos que haya como mínimo en la corona metropolitana equipamientos que atiendan estas necesidades”, ha insistido el concejal del distrito, que ha pedido no normalizar la preocupación de los vecinos.

Los delitos han bajado este año un 21,8% (con 28.222 hechos) en el distrito desde enero hasta agosto respecto al mismo período que el 2019, la resolución ha aumentado un 7,7% y las detenciones han crecido un 1%, situándose en 5.244 personas detenidas en este período.

Han descendido los delitos contra el patrimonio un 24,9%, los hurtos --que ocupan un 68% de los hechos contra el patrimonio que pasan en el distrito-- han bajado un 32,3% y, los robos violentos en la vía pública, un 5,9%.