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Suspenso al Govern: los catalanes le ponen un 3,5, la peor nota peor en años

El sondeo de la Generalitat le otroga la segunda puntuación más baja en gestión desde 2017

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto a la consellera de Economía, Natàlia Mas, durante la sesión de control al Govern en el Parlament
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto a la consellera de Economía, Natàlia Mas, durante la sesión de control al Govern en el ParlamentAndreu DalmauAgencia EFE

El Govern de Pere Aragonèsno pasa por su mejor momento tras la crónica crisis entre ERC y Junts que desembocó en la salida de los posconvergentes de la Generalitat. Sin embargo, los problemas no acaban aquí para los republicanos: el último sondeo del CEO publicado ayer mismo le otorga un 3,5 de nota en gestión por parte de los catalanes, un sonoro suspenso en plena crisis económica y social y con la inflación por las nubes.

Además y visto en perspectiva, la puntuación aún es más preocupante para Esquerra. Recibe la misma que el Gobierno de Pedro Sánchez, tradicionalmente peor valorado por parte de los electores catalanes; y es la segunda nota más baja de los últimos años, apenas una décima por encima que el 3,4 de noviembre de 2019 y al mismo nivel que cuando Quim Torra gobernaba la Generalitat.

De hecho, la puntuación obtenida ahora por el Govern de Pere Aragonès alcanza el mismo mínimo que en febrero de 2020, justo antes de que estallara la pandemia de coronavirus que obligó al confinamiento total durante semanas. El suspenso puede atribuirse también a Junts ya que el sondeo se elaboró coincidiendo con la crisis que ambos partidos protagonizaron entre finales de septiembre y principios de octubre. En este sentido, los catalanes han castigado también las enormes diferencias existentes entre republicanos y posconvergentes y sus consecuencias en la gestión al otorgarle medio punto menos que en julio, cuando la nota llegaba al 4.

La encuesta oficial de la Generalitat también refleja los problemas de los catalanes: el mayor quebradero de cabeza es la situación económica por delante de la insatisfacción con la política. En tercer lugar y ya a bastante distancia se sitúa el marco del «procés» con las relaciones entre Cataluña y España en el punto de mira. Por tanto, de la radiografía completa se puede extraer el suspenso al Govern de la Generalitat en la gestión del día a día y la desconfianza que generan las instituciones.

Por otro lado, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, es el líder político catalán mejor valorado por la ciudadanía, como lleva sucediendo en los últimos años, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, es el tercero más valorado aunque obtiene una nota media de 4,4 sobre 10, otro correctivo al president. De hecho, el republicano recibe una media de 5,7 por parte de los votantes de Esquerra, que son los únicos que le aprueban.

Ya en el terreno político, ayer mismo el president de la Generalitat protagonizó un agrio enfrentamiento con sus ex socios de Junts en el Parlament. Aragonès recriminó a los posconvergentes su «retórica vacía» y aseguró que los resultados de la mesa de diálogo se podrán constatar «antes del 31 de diciembre», límite que se impusieron Esquerra y PSOE para concretar acuerdos sobre la desjudicialización de la política catalana. Incluso afeó al partido de Borràs la retirada del acta de diputado de Pau Juvillà por orden de la Junta Electoral y acusó a la ex presidenta de la Cámara de querer cargar toda la culpa a los demás diputados.

En cambio, el líder posconvergente en el Parlament, Albert Batet, criticó que la mesa de diálogo «no da resultados» y dijo que no sirve para avanzar «ni en amnistía ni en autodeterminación», por lo que «no lleva a ninguna parte» y solo sirve para «garantizar la estabilidad» del Gobierno de Pedro Sánchez.