Salud

Los problemas de salud y la intensidad de los cuidados, los pilares del nuevo modelo organizativo de Vall d’Hebron

El hospital ha desplegado 32 áreas de conocimiento, las cuales agrupan los servicios y unidades especializadas en torno a un problema de salud, y tiene en cuenta las necesidades de los pacientes en relación con los cuidados de enfermería a la hora de distribuirlos

Hospital Vall d'Hebron
Hospital Vall d'Hebronlarazon

La COVID-19 fue un reto para el sistema sanitario, pero, en algunos casos, también supuso una oportunidad, ya que puso sobre la mesa y abrió la puerta a reformulaciones y replanteamientos de procedimientos relacionados con la atención sanitaria. Y eso es exactamente lo que sucedió con respecto al nuevo modelo organizativo de Vall d’Hebron, que si bien llevaba mucho tiempo en el tintero, no fue hasta la pandemia que el equipo directivo del mismo decidió ponerlo en marcha al considerar que se había generado las circunstancias propicias para ello.

La pandemia se presentó como la oportunidad de hacer un cambio de modelo organizativo en el hospital a nivel global, de dar un paso revolucionario, ya que, por un lado, ésta rompió con las resistencias a los cambios de los colectivos profesionales y, por el otro, cuando la COVID-19 empezó a caer, el hospital quedó casi vacío y eso permitió volver a llenarlo de otra manera”, explica el gerente de Vall d’Hebron, Albert Salazar, quien, sobre esa nueva manera de ocupar los espacios, indica que “ésta ya no sería por servicios o especialidades médicas como hasta aquel momento, sino por áreas de conocimiento y necesidades de los pacientes en relación con los cuidados de enfermería”.

Así pues, a grandes rasgos, el nuevo modelo asistencial de organización del hospital agrupa en áreas de conocimiento los diferentes servicios y unidades funcionales especializadas que están relacionados con un mismo problema de salud, lo que ha dado como resultado la creación e implementación de 32 áreas de conocimiento, 28 de ellas específicas y otras cuatro transversales. Siguiendo este criterio, a día de hoy, la Unidad del Corazón, por ejemplo, engloba las unidades de hospitalización y gabinetes de los Servicios de Cardiología, y Cirugía Cardíaca, la hemodinámica, los hospitales de día y todos aquellos dispositivos del hospital que estén relacionados con el corazón.

A modo de ejemplo, Salazar comenta que “cuando antes ingresaba un paciente para un trasplante renal, éste lo hacía en el servicio de Nefrología, donde convivía con personas con otras patologías renales, pero que nada tenían que ver con la suya”. “Ahora, con la nueva organización, éste paciente ingresaría en el Área de Trasplante de Órgano Sólido, al igual que cualquier otra persona que necesitara una intervención de estas características, ya que, con independencia del órgano que fuera a ser trasplantado, todos ellos comparten el mismo conocimiento”.

Por intensidad de cuidados

Algo similar sucede con la nueva Área de Atención Postquirúrgica, que engloba en torno a unas ocho especialidades. “Antes, los pacientes se organizaban por especialidad, pero ahora todos están en el Área Postquirúrgica, porque todos ellos comparten el hecho de que han sido operados”, indica el gerente, para a continuación hacer referencia al segundo pilar sobre el que se cimienta esta nuevo modelo organizativo, que es la intensidad de los cuidados. “En la actualidad, distribuimos a los pacientes en función de la intensidad de sus necesidades de cuidados, lo cual facilita la ordenación del hospital y la priorización de los recursos de enfermería”, señala Salazar,

Y es que si bien antes un paciente operado de cáncer de pulmón y otro de un trasplante del mismo órgano, ambos intervenidos por el Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar, permanecían ingresados juntos en el mismo servicio, pese a que requerían de unos cuidados posteriores a la cirugía de muy diferente intensidad, ahora, con el nuevo modelo, el primero permanecería hospitalizado en el Área Postquirúrgica y el segundo, en la de Trasplante de Órgano Sólido, asegurando así que el tiempo enfermero, las atenciones e intensidad de los cuidados, se adecúan en ambos casos a sus necesidades.

Al respecto, Mari Àngels Barba, directora de Enfermería de Vall d’Hebron, comenta que “es muy importante el tiempo enfermero que tiene un paciente en función de sus necesidades y eso mejora las comorbilidades y la calidad de la atención al paciente, pudiendo así anticipar los cuidados e, incluso , reducir el tiempo de hospitalización”. Y añade: “la distribución de pacientes en función de la intensidad de los cuidados nunca se ha hecho como modelo marco de todo un hospital” y es que, entre otras cosas, el poder ofrecer una atención en función de la intensidad de las necesidades de los pacientes supone la contratación de más personal, que en el caso de Vall d’Hebron se ha concretado en la incorporación de 148 nuevas enfermeras.

En definitiva, este nuevo modelo pone decididamente al paciente en el centro y son los profesionales los que se adaptan a él, trabajando en equipos multidisciplinares articulados en torno a unas áreas que permiten así concentrar el conocimiento y las competencias de los profesionales sobre un determinado problema de salud. Salazar comenta al respecto que “con esta nueva organización ponemos el énfasis en la multidisciplinariedad y la funcionalidad”, pero sin que “ello no suponga un aumento de la estructura jerárquica del hospital. Se puede cambiar el modelo sin poner cargos directivos”. “Estamos demostrando que no es necesario poner un director médico de cada área de conocimiento y eso es porque ponemos el énfasis en la atención al paciente y en sus necesidades”, aclara.

En esta línea, el gerente se muestra convencido de que “este modelo favorecerá que emerjan liderazgos aunque no sean jefes de servicio, así como también la promoción laboral”. “Las personas tienen recorrido de desarrollo profesional y tienen la posibilidad de sentirse realizados sin tener la necesidad de ser nombrados jefe de servicio”.

Nuevos perfiles profesionales

En cualquier caso, con el fin de tener capacidad para cubrir las diferentes necesidades de los pacientes, este modelo organizativo ha puesto de manifiesto la idoneidad de crear nuevos roles profesionales como el del médico hospitalista, que se concreta en la figura de un especialista en medicina interna que dispone del conocimiento más global y transversal del estado de salud de un paciente en relación a todas las patologías asociadas que éste pueda sufrir; las enfermeras de práctica avanzada, que están especializadas en la atención al paciente crónico complejo; los celadores y administrativos asistenciales, los primeros de los cuales están especializados en su área, mientras que los segundos liberan de ciertas tareas a médicos y enfermeras.

Y, aprovechando esta revolución organizativa, el hospital ha hecho una apuesta decidida por la implementación de lo que se conoce como tiempo protegido, una medida que debe permitir al personal poder disfrutar de tiempo para su desarrollo profesional a través de la formación, la investigación... “Se trataba de un reto y este modelo va a facilitar su consecución”, señala Salazar.

Esta nueva estructura organizativa lleva ya cerca de un año de desarrollo e implementación en el ámbito hospitalario y la idea es desplegarla en la atención ambulatoria para que ésta también esté organizada por áreas de conocimiento y no por servicios cuando el nuevo Edificio de Atención Ambulatoria de la Teixonera, cuya construcción arrancará en breve, esté finalizado.

Pese a esta apuesta decidida por el nuevo modelo, el equipo directivo del hospital está abierto a cambios y adaptaciones del mismo en caso de considerarlos necesarios. En este sentido, Vall d’Hebron está monitorizando su funcionamiento para comprobar si su implementación está suponiendo realmente una mejora en lo que se refiere a la calidad de la atención y se traduce en una mayor satisfacción de los pacientes y los profesionales, aunque, a juzgar por los primeros resultados, no hay duda de que “éste mejora indicadores de calidad técnica y calidad percibida”, apunta Salazar.