2023

El PSC se conjura para las municipales y mide su poder con los Presupuestos

Ratifica a 137 alcaldables con Barcelona y Jaume Collboni como eje de la estrategia para 2023. La negociación con el Govern marcará su capacidad de influencia

Salvador Illa junto a Jaume Collboni
Salvador Illa junto a Jaume CollboniPSC

El PSC «es el único partido en disposición de ganar o plantar cara en todas las demarcaciones». Así afrontan los socialistas el ciclo electoral que se avecina, con las elecciones municipales de primavera marcadas en rojo en el calendario. Consolidar su liderazgo en Cataluña, reconquistar el cinturón metropolitano y lograr la joya de la corona, Barcelona, son sus principales retos. Y los afronta habiendo ratificado ya a 137 alcaldables, con Jaume Collboni y su candidatura en la capital catalana para arrebatar la alcaldía a Colau como ejes de la estrategia para 2023.

«Queremos abrir una nueva etapa en muchos ayuntamientos, que haga frente a los populismos, a las incapacidades de gobernar y a los proyectos agotados», aseguró Collboni en su intervención ante el consejo nacional del PSC, en Badalona, ciudad en la que gobierna el socialista Rubén Guijarro.

Ante un Govern de ERC en solitario y con el independentismo sumido en mil y una batallas internas, la consigna es del PSC es clara y pasa por proyectarse como un partido de gestión y de «orden» en Cataluña, una fórmula que busca extrapolar al terreno municipal. «Nosotros queremos ciudades ordenadas y ciudades seguras», resumió Salvador Illa ante los principales candidatos locales del partido. El líder socialista centró gran parte de su discurso en cargar contra la gestión del consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, con los Mossos d’Esquadra y pidió más efectivos en el ámbito municipal, especialmente en la capital catalana.

«Gobernar en los municipios, en los ayuntamientos, para gobernar en la Generalitat de Cataluña, esa es nuestra aspiración», resumió Salvador Illa sobre la importancia de unas elecciones en las que el PSC competirá cara a cara contra Esquerra en la mayoría de lugares.

En el consejo nacional de este sábado el PSC también ratificó sus candidatos en otras plazas clave al margen de Barcelona como Sandra Guaita, que hará lo propio en Reus (Tarragona), Pere Soler (Sant Cugat del Vallès) o el histórico Antonio Balmón, alcalde de Cornellà de Llobregat. Núria Parlón, de Santa Coloma de Gramenet, formalizará su liderazgo en otro congreso en febrero junto a más alcaldables socialistas.

De hecho, los socialistas calibran su poder e influencia en la política catalana en esta nueva etapa con la negociación de los Presupuestos de la Generalitat en el centro de la agenda. Si finalmente el Govern de Pere Aragonès los pacta con el partido de Salvador Illa –además de con los Comunes– los socialistas ganarán en influencia y afianzarán su posición en el tablero ante 2023.

Sobre las cuentas, el líder del PSC reprochó al presidente de la Generalitat que todavía quiera pactarlas con Junts después de haberlos «echado del Govern». «Los echaron del Govern hace tres semanas, pido seriedad y rigor» ha asegurado Illa en su intervención antes de asegurar que el «responsable de que no haya Presupuestos el 1 de enero» es Pere Aragonès y urgir a su aprobación.

De hecho, los socialistas se quejan del ritmo lento que mantiene el gabinete de Pere Aragonès en las negociaciones. Así, el partido de Salvador Illa reclama al Govern cifras más detalladas de las cuentas después de su segunda reunión de esta semana y avanzar ya en la negociación, en pleno tiempo de descuento y a las puertas de un ejercicio marcado por la inflación y la crisis económica derivada.

Por su parte, el gabinete de Pere Aragonès sigue manteniendo abiertas las conversaciones para atar los Presupuestos con los posconvergentes, los socialistas y los Comunes, y el camino más avanzado es el de los morados.

Cabe recordar que a mediados de septiembre, el Govern aprobó el techo de gasto no financiero de la Generalitat para 2023, que se fijó en 33.113 millones de euros, lo que supone un 10,3% más que lo incluido en los presupuestos de la Generalitat de 2022. Es decir, 3.098 millones más que no podría gastar si tuviera que prorrogar las cuentas actuales por la falta de apoyo para aprobar las específicas de 2023.

De este botín, casi 2.000 estarían ya comprometidos por las inversiones pendientes y los efectos de la inflación, y restarían unos 1.000 millones por asignar. según las cuentas de Economía. Eso sí, el PSC ha exigido al Govern de Esquerra un desglose de todas las partidas para empezar una negociación que aún sigue parada.