Parlament

La oposición da aire al Govern con los 400 millones extra en Salud

Junts, PSC y Comunes aprueban la inyección de dinero, pero avisan a Aragonès de su fragilidad

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
El presidente de la Generalitat, Pere AragonèsQuique GarcíaAgencia EFE

La oposición dio cierto aire a Pere Aragonès en plenas negociaciones de los Presupuestos de 2023 y ayer aprobó un decreto con casi 400 millones extra para sanidad. Un salvavidas «in extremis», en el último pleno del año y el día en que la normativa caducaba si no salía adelante. Una auténtica prueba de fuego para el Ejecutivo de ERC, que ahora afronta la negociación con los sindicatos para evitar la huelga sanitaria con un balón de oxígenos debajo del brazo.

En concreto, la concesión de un suplemento de crédito a los Presupuestos de 2022 de 376 millones de euros para el departamento de Salud prosperó con el apoyo de todos los grupos salvo el voto en contra de Vox y CUP y la abstención del PP.

«Es una medida de emergencia para afrontar las necesidades de nuestro sistema sanitario», explicó Natàlia Mas, quien recalcó la importancia de proteger la salud de las personas, fortalecer las bases del sistema sanitario y reforzar la situación de los profesionales. La dirigente, la nueva titular de Economía con ERC en solitario en la Generalitat, también denunció la «infrafinanciación» del sistema catalán y pidió más recursos una vez terminada la pandemia.

Todo después de que este decreto se haya convertido en un duro hueso de roer para el Govern de Aragonès: se trata de la primera medida que ha conseguido aprobar desde la salida de Junts de la Generalitat ya hace más de dos meses. Y su convalidación llega en tiempo de descuento, en pleno invierno y tras el colapso de las urgencias en Cataluña por el aumento de casos de bronquiolitis de hace unas semanas. Hasta ahora, el resto de partidos habían impedido llevarlo al pleno entre críticas por la poca capacidad de negociación y la fragilidad del Govern de Aragonès.

De hecho, su aprobación no ha servido para apaciguar las críticas de la oposición. Las distintas formaciones de la Cámara admitieron ayer la necesidad de otorgar este aumento de crédito para el Departamento de Salud, pero advirtieron de que se trata de «un parche», y que una gran parte del dinero ya ha sido gastado previamente. «Caemos en los mismos errores», resumió la dirigente del PSC, Assumpta Escarp, en su turno de intervención. En la misma línea se pronunció la diputada de Junts, Titón Laïlla, quien tildó la medida de «parche», aunques sea «justo y necesario» en estos momentos. Los problemas estructurales del sector sanitario «no se solucionarán ahora con un parche y un suplemento de crédito», coincidió incluso la dirigente del PP, Lorena Roldán.

La oposición también puso encima de la mesa la cifra de 5.000 millones de euros que, según los expertos, son necesarios aportar a la sanidad pública para mejorar la situación del sector. «El proyecto de presupuestos que estamos culminando prevé que Salut sea el destinatario de más del 30% del crecimiento del gasto total de estas cuentas». «Sólo así podremos garantizar que los profesionales disponen de las mejores condiciones para trabajar y que el conjunto de la población puede recibir la atención que se merece», replicó la titular de Economía sobre unas cuentas que el Ejecutivo negocia precisamente con los partidos que ayer convalidaron el decreto.

Es más, el El diputado de ERC, Jordi Albert, negó que haya habido una mala gestión, reprochó a los grupos haber demorado el decreto «lo máximo posible» y reclamó más recursos en las cuentas.