Barcelona

El PSC refuerza a Collboni en su plan para los Presupuestos

Incluye en el paquete remitido al Govern 1.000 millones para el metro y 600 agentes de los Mossos

El vicepresidente del Govern y conseller de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, presentó hoy la reanudación de las obras de la tuneladora que completará el tramo central de la L9 del Metro de Barcelona
El vicepresidente del Govern y conseller de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, presentó hoy la reanudación de las obras de la tuneladora que completará el tramo central de la L9 del Metro de BarcelonaQuique GarciaAgencia EFE

En la partida política para 2023, el PSC ha puesto sus fichas sobre la mesa con la negociación de los Presupuestos de la Generalitat en el centro: además de elevar el listón y fijar unas condiciones muy difíciles de asumir para ERC –la ampliación de El Prat o no abrir más «embajadas»–, las peticiones refuerzan a Jaume Collboni en su carrera para la Alcaldía de Barcelona con un generoso paquete de medidas. Un plan que pasa por exigir en las cuentas hasta 1.705 millones de euros de inversión para el metro y 600 agentes más de los Mossos d’Esquadra.

Es decir, los socialistas sitúan la movilidad y la seguridad como ejes de su política municipal para marcar perfil ante los Comunes de Ada Colau y Esquerra –los principales rivales en la capital catalana– y proyectarse como un partido de gestión en Barcelona.

En concreto, el PSC quiere reforzar el suburbano con obras de ampliación de varias líneas y otros proyectos para este servicio: entre las actuaciones está actualizar el proyecto de prolongación de la L3 entre Zona Universitaria y Esplugues Centre, la ampliación de la L4 entre la Pau y Sagrera-Meridiana, o destinar 320 millones para la L1 de Fondo a Montigalà. O, lo que es lo mismo, hacer que el metro llegue también a localidades colindantes como Esplugues o Badalona por el interior.

En materia de seguridad, el socialista Ferran Pedret subrayó la falta de Mossos d’Esquadra en Barcelona y el partido incluye en la propuesta de negociación de los Presupuestos revertir esa escasez: «El Ayuntamiento tiene cifrado en 600 el número de Mossos que faltan en Barcelona, esta carencia la está teniendo que suplir la Guardia Urbana y en este documento hemos pedido que se solucione este déficit», remarcó Pedret.

Además, en la propuesta de acuerdo presentada por el PSC a ERC, los socialistas han exigido que la Generalitat dedique 200 millones de euros en Cataluña para la Ley de Barrios y han reclamado específicamente la rehabilitación de edificios para conseguir una mejora de su eficiencia energética.

Los socialistas también piden que el Govern incluya en los Presupuestos de 2023 una transferencia de 100 millones de euros a Barcelona por «la deuda ciudadana» y que la Generalitat impulse la construcción de 1.000 viviendas públicas en la capital catalana. Esos 100 millones de euros son en concepto de «equipamientos sociales, culturales, deportivos y educativos» que ha hecho el Ayuntamiento de Barcelona durante los últimos años pero que habría sido competencia de la Generalitat haberlos impulsado.

«Barcelona no ha sido una prioridad para ERC; ha sido decepcionante ver cómo la participación de ERC en los gobiernos de la Generalitat en la última década no ha supuesto un cambio sustancial respecto al enfoque que el nacionalismo catalán conservador –en alusión a CiU– tenía sobre la capital, que es de un cierto desdén y menosprecio», criticó ayer Ferran Pedret en rueda de prensa.

Este paquete de exigencias para Barcelona –y que repercuten directamente en Jaume Collboni, líder del grupo municipal, a las puertas de los comicios de primavera– se suman a las líneas rojas que la formación de Salvador Illa ha trasladado al Govern de Pere Aragonès si quiere sumar los 33 escaños necesarios de su grupo. Y una de las principales exigencias del PSC es la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat para que sea un punto de conexiones internacionales e intercontinentales: «Se puede hacer compatible con el estricto cumplimiento de las directivas europeas de medio ambiente y con el cuidado de los espacios naturales del Delta de Llobregat», resumió ayer Pedret.

Sin embargo, ésta y otras medidas colisionan directamente con la hoja de ruta de Esquerra y con el pacto suscrito por los Comunes. Los morados no quieren ni oír hablar de ampliar el aeropuerto, por lo que ahora la pelota está en el tejado de Aragonès, quien deberá decidir qué apoyos quiere y cómo completa la difícil ecuación.