Curiosidades
La historia de la fuente de Canaletes de Barcelona (y de sus 16 copias)
El modelo actual fue creado en 1889 pero los orígenes del abrevadero se remontan al siglo XVI
La fuente de Canaletes es, probablemente y con el permiso de Montjuïc, la fuente más famosa de la capital catalana. Las victorias del FC Barcelona tienen una buena dosis de responsabilidad en ello. Sin brillar por su espectacularidad, sí responde a un momento muy concreto de la historia de la ciudad y esconde un buen puñado de anécdotas. La fuente actual es de hierro, hecha en el siglo XIX y tiene cuatro manantiales. Está coronada por una farola de cuatro luces. En un ángulo de la fuente existe, además, un pequeño abrevadero para perros. Este modelo, llamado fuente farola, fue creado por el arquitecto municipal Pere Falqués en 1889. En total en la ciudad hay otras 16 idénticas. Se pueden encontrar en plazas, jardines y calles de 8 distritos barceloneses.
Esta fuente da nombre a la parte más alta de la Rambla, junto a la plaza de Catalunya, que se conoce como la Rambla de Canaletes. El nombre proviene de una fuente que existía en el siglo XVI en la misma zona, donde el agua bajaba por unas canaletas, de ahí su nombre. La fuente original estaba ubicada en el patio del edificio de los Estudios Generales, precedentes de la Universidad de Barcelona. Al desaparecer este edificio, la fuente fue trasladada a la Rambla. El agua, originariamente, provenía de las minas de Collserola y entraba en la ciudad por el Portal de l’Àngel; desde allí una canal de cerámica llevaba el agua por la muralla hasta lo alto de la rambla, donde era la primera fuente en recibir el agua. Por eso, al ser la primera fuente, tenía fama de tener el agua más fresca.
Cuando se derribaron las murallas de Barcelona, se instaló una nueva fuente, cuyo agua provenía de la Mina de Moncada. La fuente actual data de 1889, cuando el Ayuntamiento aprobó la instalación de una fuente farola. Cuenta una leyenda que anima a muchos visitantes a beber agua de la fuente; se dice que «quien bebe de Canaletes, vuelve a la ciudad», de modo que todo el mundo a quien guste la ciudad o tenga motivos para volver a ella se acerca para beber como si fuera una superstición. Esta leyenda ha sido recogida por muchos cronistas, y algunos dan la versión que el agua de la fuente hechiza a quien la bebe y le despierta una gran pasión por la ciudad de Barcelona, impidiéndole marcharse.
Realizada en hierro colado, la fuente tiene una base circular sobre la que se alza una estructura en forma de copa con cuatro grifos que vierten el agua sobre cuatro sendas pilas circulares; sobre esta copa se levanta una columna rematada por cuatro farolas. Las copias fueron colocadas en diversos lugares de la ciudad, como el Portal del Ángel, la calle Mayor de Gracia, la plaza de San Agustín Viejo, la ronda de San Pablo, la Gran Vía con Pau Claris, la plaza del Surtidor, la plaza de la Barceloneta, la Gran Vía con rambla de Cataluña (jardines de la Reina Victoria), la calle Mayor de Sant Andreu, la plazoleta de la riera de Sant Miquel, la plaza de Santes Creus, la plaza del Fénix, la avenida de Esplugues, la calle de Sant Adrià, la plaza de la Infancia y la Vía Trajana. Algunas de ellas ya han desaparecido, como la de Portal de Santa Madrona/Montserrat y la de la plaza de Tetuán.
Respecto a la tradición barcelonista de bajar a Canaletes, cuenta la leyenda que en los años 30 los seguidores del Barça acostumbraban a bajar a las ramblas para enterarse de los resultados del partido, donde se apuntaban en una pizarra colgada en la redacción del diario “La Rambla”, cerca de la fuente. Aunque dicha pizarra ya no existe, la tradición de bajar a la fuente Canaletes de la Rambla a comentar el partido y celebrar las victorias permanece hasta nuestros días.
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