Ola de calor
Qué son y dónde están los refugios climáticos de Barcelona
La oposición acusa a Colau de cerrar casi la mitad de estos equipamientos en pleno mes de agosto
Un gesto muy habitual en estos tiempos de calor extremo es colarse en cualquier negocio sin intención de comprar y rebajar la temperatura corporal. Un gesto tan sencillo como eficaz. Pues bien, desde hace un tiempo, el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha una serie de refugios climáticos para escapar de las olas de calor. En total, 197. Se trata de equipamientos que tienen otros usos, pero que se podrán utilizar “especialmente para personas vulnerables al calor” como puntos donde refugiarse de las altas temperaturas.
El gobierno municipal de Ada Colau argumenta que el calor excesivo y sostenido comporta un aumento de la mortalidad y la morbilidad, especialmente en los grupos más vulnerables, que son aquellas personas que, por su situación socioeconómica o bien por su condición, salud o edad, sufren de forma más directa los efectos del calor, como, por ejemplo, las personas mayores. La lista de refugios climáticos de la capital catalana pueden consultarse en esta web del Ayuntamiento.
Se prevé que, debido a los efectos de la crisis climática, cada vez sean más frecuentes e intensas las olas de calor; actualmente se produce una ola de calor cada cuatro años de media, y el pronóstico es que, en el mejor de los casos, esa frecuencia se multiplique por 8 y, en el peor, hasta por 16.
Este año la ciudad cuenta con 42 refugios climáticos más que el anterior, y estos “proporcionan confort térmico”; mantienen una temperatura de unos 26 grados; están destinados a bebés, mayores de 75 años, personas con enfermedades crónicas y personas con menos recursos; no son indicados para personas que requieran atención médica; pueden ser interiores o exteriores, y deben tener buena accesibilidad. Así, todas las personas que vivan en Barcelona tienen un punto climáticamente confortable a menos de 10 minutos de sus casas.
El consistorio también ha transformado 11 escuelas en refugios climáticos, sustituyendo el hormigón y el asfalto por suelo natural con vegetación, plantando árboles, o instalando toldos para crear sombra. Más allá de la ciudad condal, otros 30 espacios y varios parques de su área metropolitana se han sumado a la iniciativa. Según fuentes del ayuntamiento, no hay datos concretos del uso que han tenido en los cuatro años que lleva en marcha el proyecto, ya que no se controla quién entra en estos espacios para resguardarse del calor y quien lo hace para acudir a las actividades normales de estos centros.
Según el trabajo de campo realizado por el Ayuntamiento, los refugios climáticos mejor valorados son las bibliotecas porque son también los espacios que ofrecen más servicios en términos de confort con mesas, sillas, baños, revistas, libros y material audiovisual, entre otros.
A las bibliotecas les siguen los equipamientos de proximidad de los distritos, los centros deportivos y también los museos, con un 75%, un 61% y un 51% de buenas condiciones respectivamente.
Además de la Red de espacios de refugio climático, los servicios sociales municipales incorporan sistemas de alerta temprana y protocolos de comunicación específicos para dar respuesta a situaciones de vulnerabilidad sobrevenida a raíz de los episodios de calor excesivo.
Las críticas de la oposición
No obstante, esta semana ha saltado la polémica. ERC ha acusado al Ayuntamiento de Barcelona de mantener más de la mitad de los refugios climáticos cerrados. El concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia, ha reconocido que algunos de los refugios climáticos de la ciudad han cerrado en agosto o han reducido el horario. Los republicanos aseguran que, de los 202 refugios de la ciudad, 74 están cerrados en agosto, como bibliotecas y centros cívicos, 61 están abiertos de forma parcial y sólo 67 están operativos al 100%.Badia ha explicado que “unos 140″ refugios están abiertos este mes. Sin embargo, el concejal ha destacado el aumento de refugios climáticos, que se han triplicado en tres años, y la cobertura a la población. “No hay ninguna ciudad en España que tenga un nivel de cobertura tan importante, incluso en agosto”, ha defendido. Según ha señalado Badia, el 95 por ciento de la población barcelonesa tiene durante el verano un espacio para refugiarse del calor a menos de 10 minutos, una cifra que en agosto baja al 80 por ciento. El concejal ha afirmado que ampliar al máximo esta cobertura en agosto es uno de sus retos.
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