Violencia en el metro

Los vigilantes del Metro de Barcelona llevarán espray pimienta a partir de febrero tras la agresión en la que un trabajador perdió un ojo

Era una de las principales demandas de estos trabajadores, convocados a huelga indefinida a partir del 26 de enero

Un vigilante de Metro, a 22 de enero de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). La plantilla de Securitas Seguridad España ha convocado una huelga indefinida a partir del domingo 26 de enero después de que un vigilante del Metro de Barcelona perdiese su ojo izquierdo tras la agresión de un joven de 19 años la noche del sábado 18 de enero. El sindicato ha pedido más dotación, formación, prevención y descansos para los trabajadores, y ha asegurado que la agresión "se hubiera podido evitar con u...
Los vigilantes del Metro de Barcelona harán huelga indefinida tras la agresión a un trabajadorDavid ZorrakinoEuropa Press

La brutal agresión que sufrió un vigilante del Metro de Barcelona el fin de semana pasado puso en alerta a todo el colectivo de trabajadores de seguridad del transporte público. Los vigilantes del metro llevan años quejándose de sus carencias y alertando sobre la falta de seguridad que tienen a la hora de protegerse ante agresiones. Estos son los principales motivos por los que CC OO convocó a estos trabajadores a una huelga indefinida a partir del 26 de enero, un paro motivado por esta última agresión en la que un trabajador perdió un ojo.

Los vigilantes de seguridad del suburbano barcelonés hace tiempo que exigen una medida de seguridad ante las conductas violentas en el metro: los espráis pimienta, una medida autorizada por el Ministerio de Interior. Ahora, con la amenaza de huelga indefinida de estos trabajadores, el Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado que los vigilantes de seguridad tendrán el permiso de llevar espráis pimienta como elemento de protección a partir de febrero.

Así lo ha dicho el teniente de alcalde Albert Batlle en la Comisión de Presidencia y Seguridad de este enero en respuesta a una pregunta del Partido Popular. Según ha explicado Batlle, los vigilantes estarán dotados de estos espráis, que están pensados «para los casos con un mayor grado de complejidad y de agresividad que pongan en peligro la integridad física de los vigilantes».

Sobre la agresión del pasado 18 de enero, Batlle ha dicho que el agresor ya ha pasado a disposición judicial. Se trata de un joven de 19 años que habría actuado con otros agresores, aunque los Mossos d’Esquadra solo consiguieron su detención. En el brutal ataque resultaron heridos cuatro vigilantes de Securitas Seguridad que intentaban mediar una pelea en la estación de Poblenou de la línea 4. El detenido llevaba un puño americano de hierro, con el que propinó puñetazos a uno de los vigilantes hasta dejarle sin visión en su ojo izquierdo.

Estos hechos fueron el detonante para que CC OO convocara a los trabajadores de Securitas Seguridad del Metro de Barcelona a una huelga indefinida a partir de este 26 de enero a la media noche. El sistema de seguridad del metro barcelonés va a cargo de dos empresas: Securitas Seguridad España –la empresa de los vigilantes agredidos y la que ha sido convocada a huelga– y Prosegur. En total, hay cerca de 800 trabajadores que vigilan el Metro de Barcelona, 400 por cada empresa, por lo que la huelga dejará la seguridad del suburbano de TMB a la mitad de manera indefinida. Es por ello que la Generalitat quiere evitar la parada a toda costa y envió una propuesta mediadora a CC OO, que el sindicato ha aceptado «de manera temporal».

La propuesta se planteó el martes –el día en el que se convocó la huelga– en la reunión entre los representantes de los vigilantes de seguridad del metro y la empresa Securitas Seguridad. No obstante, el sindicato quiso dejar claro que la propuesta tiene que ser aceptada por la asamblea.

La mediación, entre otras medidas, incluye un pago de 50 euros mensuales para todos los trabajadores del metro, una reunión inmediata del comité de seguridad y salud para atender y revisar los servicios teniendo en cuenta las medidas de prevención de riesgos laborales, además de un calendario de reuniones cada quince días. «Esta propuesta no es un punto final, sino una parada en el camino. No aceptaremos seguir trabajando en condiciones tan precarias», aseguró CC OO en un comunicado, que reclama un aumento salarial para los vigilantes de 200 euros mensuales.

Si la propuesta mediadora es aceptada por la asamblea de trabajadores, la convocatoria de huelga se aplazaría hasta el 31 de marzo.