Cataluña
Cataluña sacudida por otro drama vial: un conductor ebrio y drogado mata a una mujer
El accidente, ocurrido en la madrugada del sábado en la carretera TP-2124, se suma a una serie de siniestros que han sacudido Cataluña en un mes especialmente negro para el tráfico
Un fatídico accidente sacudió la madrugada del sábado la carretera TP-2124, cobrando la vida de una mujer de 35 años en L'Arboç. El atropello, ocurrido a las 06:07 horas, dejó a toda la comunidad conmocionada por su brutalidad y circunstancias. Según el Servei Català de Trànsit, el conductor del vehículo dio positivo en alcohol y drogas y fue detenido por homicidio imprudente.
La respuesta de los servicios de emergencia fue inmediata: cinco patrullas de los Mossos d'Esquadra, tres unidades terrestres y un helicóptero del SEM se desplegaron en el lugar. La víctima fue trasladada en estado crítico al Hospital de Bellvitge, donde falleció poco después.
Además, este mes ha estado marcado por otros episodios igualmente devastadores. En Manlleu, un niño de cuatro años murió tras caer de un coche en marcha al abrir la puerta en plena rotonda. El pasado sábado, una persona perdió la vida tras ser atropellada por un tren en la estación de Bellvitge-Gornal, en L’Hospitalet de Llobregat. Apenas unos días antes, otro atropello en Viladecans obligó a cortar el servicio ferroviario entre Gavà y El Prat.
Tasa de alcohol al volante
En España, la tasa máxima de alcoholemia permitida para conductores generales es de 0,5 gramos por litro en sangre o 0,25 miligramos por litro en aire espirado. Para conductores noveles y profesionales, el límite se reduce a 0,3 g/l en sangre o 0,15 mg/l en aire espirado. Superar estos valores conlleva sanciones económicas, pérdida de puntos del carnet e incluso penas de prisión si se exceden los 0,6 mg/l en aire o 1,2 g/l en sangre.
Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas no solo pone en riesgo la vida del conductor, sino también la de quienes comparten la vía. La única tasa realmente segura es 0,0. Ninguna copa, por pequeña que sea, compensa el peligro de provocar un accidente. La carretera exige atención plena, reflejos rápidos y juicio claro, capacidades que el alcohol y las sustancias alteran profundamente.