Opinión
El coraje de un valiente (un Guardia Civil)
La historia de Juanan, víctima del terrorismo que convirtió el dolor en fuerza para defender la justicia y rehacer su vida con dignidad
No estoy muy seguro que a mi amigo Juanan le guste que escriba este artículo, pero es bueno que en este mundo de tensiones y medias verdades se conozca el ejemplo de un hombre que ha sabido sobreponerse a los golpes de una vida dura, y hacerlo con la cabeza bien alta.
Juanan era Guardia Civil cuando explotó una bomba puesta por ETA al paso de un autobús hace ahora cuarenta años en la Plaza de la República Argentina de Madrid, quedó muy malherido, aún ahora su cuerpo muestra las graves consecuencias de aquel atentado.
Tras un largo periodo de recuperación y muy dolorosas intervenciones decidió que no se quedaría en casa, que iría a por ellos. Se puso al frente de la estructura de la primitiva AVT (Asociación Víctimas del Terrorismo) en la época en la que eso significaba mirar a la cara al terror y jugarse el pellejo, eran los años de plomo.
Con él fuimos a San Sebastián en pleno casco viejo para dar una conferencia, la mitad del público eran batasunos con cara y gesto de querer lincharnos, la otra mitad policías y guardias civiles dispuestos a evitarlo. Con él fuimos a República Dominicana a localizar a los etarras que allí vivían a costa del erario público español, y hacer una serie de ruedas de prensa denunciándolo. Juanan quiso ir hasta la puerta donde vivían quienes le pusieron la bomba y los miró a la cara. Ellos naturalmente no sabían quién era Juanan, pero el mundo entero se enteró de la vida lujosa que allí llevaban a costa de todos nosotros. Así una y mil cosas; juicios, informes, estudios, análisis, etc.
Recibió un golpe en su vida personal y se quedó él con sus dos hijos menores. Gracias a una colecta llegó dinero a la asociación y con el dinero el veneno de la política. A Juanan le montaron una campaña infame, y tuvo que reinventarse para sacar adelante a sus hijos. Empezó de guarda de seguridad, fue haciendo cursos y luego la carrera de derecho, hoy es un magnífico abogado.
Antes de que pasara todo esto, hubo problemas con la defensa de policías y guardias civiles en el País Vasco, me implique en ello, Juanan me dijo “Tendrás todo el apoyo por nuestra parte, y sigues siendo uno de los nuestros”, algún día quizás pueda extenderme más en lo sucedido, ahora es demasiado pronto.
Cuando Juanan rehizo su vida con una mujer extraordinaria, antes de que ella llegará a los cincuenta años, el destino ha vuelto a golpearle, pero le conozco bien, le llorará el alma y a veces los ojos, pero el Guardia Civil Juan Antonio Corredor no se rindió ante ETA, ni ante las insidias, ni se va a rendir nunca frente a los golpes de la vida.