
Política
La Generalitat prioriza satisfacer a ERC antes que aprobar los presupuestos
Paneque reconoce que el apoyo de lo republicanos a las cuentas depende de la financiación, y ve difícil tenerlas el 1 de enero

La Generalitat de Cataluña asume que 2026 podría comenzar sin presupuestos aprobados. La portavoz del Govern, Sílvia Paneque, ha reconocido este martes que el Ejecutivo catalán continúa en una «etapa previa de trabajo» y que, con los actuales calendarios, «es difícil que el 1 de enero puedan haber unos presupuestos aprobados». La razón es clara: el Govern ha decidido concentrar todos sus esfuerzos en cerrar un acuerdo sobre la financiación singular antes de reactivar la negociación de las cuentas.
Detrás de esta estrategia está la posición de Esquerra Republicana (ERC), que mantiene su negativa a apoyar los presupuestos mientras no haya avances en materia de financiación. Desde hace meses, los republicanos insisten en que no se sentarán a negociar las cuentas de la Generalitat hasta que se materialice el acuerdo de investidura con el PSC, que incluía el compromiso de que los socialistas negociaran con el Gobierno de España una financiación singular para Cataluña.
ERC marca el ritmo
La situación recuerda a la vivida el año pasado, cuando el Govern ni siquiera llegó a presentar los presupuestos de 2025 ante la certeza de que ERC los vetaría por «falta de avances» en la financiación. A las puertas de 2026, el escenario es prácticamente el mismo. Los republicanos vinculan directamente su apoyo a los presupuestos con los progresos en esa carpeta, y esta vez el propio Govern ha asumido esa conexión.
Paneque lo expresó con claridad tras el Consell Executiu: «Somos conscientes de que, aunque son cuestiones diferentes, los presupuestos y la financiación singular son asuntos que debemos resolver en las próximas semanas y meses. Son caminos paralelos y trabajamos con intensidad para que esto sea una realidad lo antes posible». La portavoz añadió que «ERC ha marcado que los avances y consecuciones concretas en la financiación singular son fundamentales para poder avanzar también en los presupuestos, por lo tanto, esperamos que pueda haber avances en financiación singular para después poder negociar los presupuestos».
El Ejecutivo catalán, presidido por Salvador Illa, asume así que sin progresos en la financiación no habrá conversaciones con ERC, y sin ERC, los presupuestos están condenados al bloqueo. La prioridad, admiten ahora abiertamente, es satisfacer las exigencias republicanas para desbloquear la legislatura.
Un acuerdo «bien hecho» antes que un calendario
La posición del Govern pasa por garantizar que el modelo de financiación que se acuerde con el Estado sea riguroso, sólido y adaptado a las demandas de Cataluña. «Priorizaremos que este sea un buen acuerdo. No queremos que las prisas hagan que no hubiera algunos elementos importantes para este Govern, como el hecho de que esté el principio de ordinalidad», ha subrayado Paneque.
La portavoz ha defendido que el Ejecutivo no pretende alargar los plazos de forma deliberada, sino evitar errores derivados de la precipitación. «El cuanto antes mejor de Montero significa que será lo más rápido posible, pero priorizaremos que sea un buen acuerdo», ha dicho en referencia a las declaraciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Para la Generalitat, la ordinalidad, el principio según el cual una comunidad no debe perder posición en el reparto de recursos en relación con lo que aporta al sistema, es una condición indispensable del nuevo modelo. «Imagina que las prisas hiciesen que no hubiese algunos elementos importantes para este Govern, como el hecho de que esté el principio de ordinalidad», ha reiterado Paneque.
Montero y la Generalitat, sintonía prudente
Paneque ha destacado el «compromiso claro» del Gobierno central en la mejora del modelo de financiación y ha valorado positivamente las palabras de Montero, quien el lunes, en Barcelona, insistió en que se trabaja «intensamente» en una propuesta que garantice tanto la solidaridad como la autonomía financiera de los territorios. «Acogemos gratamente las declaraciones de la ministra de Hacienda, que manifestaba que se está trabajando intensamente para esta propuesta de financiación singular», afirmó.
Según la portavoz, el Govern percibe un clima favorable para avanzar en esta cuestión, aunque advierte que «el ruido político, intencionado prácticamente en todas las ocasiones, que ha acompañado a esta negociación, no favorecía poder llegar a un buen acuerdo».
Dos caminos que se tocan
Oficialmente, el Govern insiste en que la negociación de los presupuestos y la de la financiación singular son «cuestiones diferentes», pero Paneque admitió este martes que ambas deben resolverse «en las próximas semanas y meses», y que, en la práctica, se retroalimentan. En la Generalitat se asume que no habrá cuentas mientras no se despeje la carpeta de la financiación.
De hecho, Paneque reconoció que no se han iniciado conversaciones con los grupos parlamentarios: «No estamos en un escenario de iniciar la tramitación parlamentaria. Tampoco ha habido conversaciones con las fuerzas políticas que apoyaron la investidura de Salvador Illa y a la legislatura». Explicó que la consellera de Economía, Alícia Romero, ha mantenido en los últimos días «reuniones sectoriales con representantes sindicales, patronales y del tercer sector», pero que el Ejecutivo sigue centrado en su «trabajo interno».
Un arranque de año incierto
A finales de octubre, el margen temporal es mínimo. Los plazos administrativos para tramitar unos presupuestos que entren en vigor el 1 de enero de 2026 ya se dan por casi imposibles. Paneque lo reconoce: «Es difícil que el 1 de enero, con los calendarios que tenemos ahora, puedan haber unos presupuestos aprobados. No renunciamos al objetivo, pero estamos en unos calendarios en que priorizamos que, si nos retrasamos unos días o unas semanas, si eso hace que tengamos un mejor acuerdo de presupuestos o de financiación singular, priorizamos el contenido y la bondad del acuerdo».
Con esta declaración, el Govern asume de facto que Cataluña podría encadenar dos ejercicios consecutivos sin presupuestos aprobados, algo inédito desde 2017. La portavoz, sin embargo, defiende la estrategia y la atribuye a una cuestión de calidad institucional: «El debate sobre la financiación singular se abre cada X años. Es el momento. Por lo tanto, las prisas o establecer un calendario no nos hará salir del camino importante, que pensamos que es tener la mejor financiación posible para Cataluña».
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