Cataluña

La Generalitat retrasa de nuevo la subida de la tasa turística hasta abril de 2026

El impuesto debía aplicarse en mayo, se pospuso a octubre y ahora queda diferido hasta el próximo periodo de liquidación, en abril

Los precios de los hoteles en Barcelona se sitúan a niveles de París o Londres
Barcelona, vista aérealarazon

El incremento de la tasa turística vuelve a aplazarse. Lo que debía aplicarse el pasado mes de mayo, y que después se pospuso hasta octubre, finalmente no entrará en vigor hasta, como mínimo, el 1 de abril del próximo año. Así lo ha avanzado El Periódico. El motivo: las conversaciones entre el Govern y sus socios parlamentarios, ERC y los Comuns, no han avanzado lo suficiente tras el parón estival, de modo que no se cumplirá con el calendario previsto.

La clave está en la mecánica del impuesto. La tasa turística se liquida dos veces al año, en octubre y en abril, y el decreto que debe recoger el incremento establece que este solo se aplicará a partir del primer periodo de liquidación posterior a su entrada en vigor. Al descartarse ya octubre, la aplicación se traslada directamente a la primavera de 2026. De este modo, la temporada de otoño-invierno funcionará con las tarifas actuales y, si los grupos alcanzan un acuerdo, el nuevo marco entrará en vigor en la temporada de primavera-verano.

El debate en torno a esta subida viene de lejos. A principios de este año, Govern, ERC y los Comuns coincidieron en la necesidad de actualizar la tasa, pero chocaron en cómo articular el aumento. El pacto inicial de la conselleria d’Economia con los Comuns contemplaba duplicar la tasa hasta los 7 euros, permitiendo además que Barcelona aplicara suplementos que podían llegar a los 15 euros en hoteles de cinco estrellas. Al mismo tiempo, se abría la puerta a que todos los municipios del país, y no solo la capital catalana, pudieran implementar un recargo adicional.

ERC, sin embargo, puso sobre la mesa un modelo distinto: diferenciar las tarifas en función de si se trataba de temporada alta o baja en el resto de Cataluña. Esta propuesta fue rechazada por los Comuns, que la interpretan como un privilegio para los alojamientos de lujo en lugares como las estaciones de esquí. Esta falta de entendimiento llevó a un episodio insólito en mayo, cuando el Parlament aprobó por sorpresa un decreto que el Govern ya había comunicado al sector que no entraría en vigor. La Generalitat tuvo que suspenderlo pocos días después, generando confusión entre los hoteles y llegando incluso a pedir disculpas por la “inseguridad jurídica” creada.

Tras aquel traspié, Govern, ERC y Comuns se comprometieron a no repetir la situación y a seguir negociando. Pero la realidad es que, desde entonces, no han conseguido sentarse a una mesa a tres bandas. Aunque los Comuns accedieron a congelar la medida a cambio de destinar 60 millones de euros a políticas de vivienda, una compensación por los cinco meses de recaudación que se perdían, las conversaciones han continuado bloqueadas.