Política catalana
Illa encara el Debate de Política General con un Parlament dividido y sin horizonte presupuestario
El president situará en la agenda el problema de la vivienda, mientras ERC y Comunes presionarán para conseguir más cesiones
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, afronta desde este martes su segundo debate de política general en el Parlament en un contexto de creciente tensión con sus socios de investidura. Hace un año, la cita sirvió para consolidar la alianza con ERC y los Comuns, con el financiamiento singular y la vivienda como ejes principales. Hoy, sin embargo, la estabilidad de esa mayoría se tambalea: no hay calendario para los presupuestos ni señales de que el Govern pueda aprobarlos.
Los Comuns advierten que no existen condiciones para negociarlos, mientras que ERC insiste en que no los apoyará sin avances en el nuevo modelo de financiación y la cesión de competencias para recaudar el IRPF. Oriol Junqueras, inhabilitado hasta 2031, busca mantener protagonismo mientras Illa intenta proyectar calma institucional.
Tal como avisó el conseller de Presidencia, Albert Dalmau, propondrá medidas «de aplicación inmediata» y apelará a la colaboración público-privada. Reconoció que las políticas actuales «no son suficientes» y que hay que «generar más oferta de vivienda libre, de compra y de alquiler» para corregir un «déficit histórico». De este modo, Illa tiene el reto de convencer a un Parlament más dividido que nunca.
Desde los Comuns, Gerardo Pisarello presionó al Ejecutivo para «prohibir las compras especulativas de vivienda» y priorizar el acceso a los residentes frente a los fondos de inversión. Reprochó al Govern su «nula predisposición a tocar los intereses que deben tocarse» y recordó que muchas medidas pactadas siguen pendientes. También pidió más sanciones a grandes tenedores y topes a los precios del alquiler, reclamando a Illa que aproveche su «canal directo» con Pedro Sánchez para acelerar políticas en este ámbito.
Junts per Catalunya, por su parte, intentará aprovechar las dificultades de Illa para proyectarse como alternativa. Pretende vincular lo que ocurra en el Parlament con la estabilidad del PSOE en el Congreso. Si Pedro Sánchez no alinea a Illa con el Acuerdo de Bruselas, los de Puigdemont amenazan con romper con los socialistas.
El partido defiende que solo el «concierto económico» es aceptable y reclama «plena soberanía fiscal y normativa» con una «aportación solidaria» para los servicios estatales. Mònica Sales, portavoz de la formación en el Parlament, detalló otras propuestas de resolución que presentarán sobre vivienda. En concreto, plantearán que se restablezca el requisito de tener un mínimo de diez años de empadronamiento en un municipio, de forma continua o discontinua, para poder acceder a una vivienda de protección oficial: «Este requisito ya era vigente hace unos años atrás, y pensamos que ahora en el contexto actual es necesario recuperarlo».
ERC y el autogobierno
ERC, el gran socio de investidura de Illa, exigirá concreciones sobre el nuevo modelo fiscal y la recaudación del IRPF. Los republicanos advierten que no negociarán los presupuestos sin resultados tangibles en la mesa bilateral con el Gobierno, como vienen declarando desde hace meses. De hecho, es la razón por la que el año pasado no negociaron los presupuestos con Illa.
Más allá de la financiación singular, ERC centrará su actividad política de este año en conseguir concesiones de autogobierno para Cataluña. La formación republicana da mucha importancia a que la región sea quien gobierne tanto la empresa gestora de Rodalies, como el aeropuerto de El Prat. Salvador Illa, mientras tanto, se apela
El PP pide un “giro revolucionario”
Por su parte, el PP catalán llega al debate decidido a marcar un perfil nítido en la oposición. Su portavoz en el Parlament, Juan Fernández, ha defendido la necesidad de “un giro revolucionario para que Catalua despegue”, basado en “bajar los impuestos, un apoyo real a los autónomos, una educación exigente y de calidad y una sanidad sin listas de espera”.
Fernández considera que el Govern de Illa está “agotado, que no gobierna, ni reforma, ni mejora, ni afronta los problemas reales de los catalanes”. Por eso, forzará al president a definirse: “La ciudadanía tiene derecho a saber si Salvador Illa está hoy más cerca de Puigdemont o de la Constitución. Si Salvador Illa está hoy más por la amistad política con Junqueras o por la lealtad con el resto de España”, advirtió.