
Arte y crimen
Salvador Dalí: un pintor querido por la mafia italiana y Pablo Escobar
Milán expone una obra del artista ampurdanés requisada al crimen organizado

La obra de Salvador Dalí, como ya demostró Bigas Luna en “Huevos de Oro”, es un símbolo de ostentación para muchos ricos. Incluso para aquellos que han ganado dinero cometiendo todo tipo de ilegalidades. En estos días, el Palazzo Reale de Milán tiene lugar una exposición que es un buen ejemplo de ello porque se trata de un conjunto de obras de arte que fueron en su día propiedad de la mafia y ahora, gracias a la policía y a los tribunales, son propiedad del estado italiano. “SalvArti. De las confiscaciones a las colecciones públicas”, es una muestra formada por 80 piezas que, según sus responsables, devuelve al público una serie de obras de arte contemporáneo, entre pinturas, gráficas y esculturas de artistas como Giorgio de Chirico, Mario Sironi, Lucio Fontana, Massimo Campigli, Andy Warhol, Mario Schifano, Robert Rauschenberg, Christo y otros, procedentes de confiscaciones realizadas por las autoridades públicas al crimen organizado.
En el caso de Salvador Dalí se trata de una de las ilustraciones que realizó para el texto clásico de William Shakespeare “Romeo y Julieta”, una obra de teatro que siempre fascinó al artista de Figueres. Entre 1967 y 1975, por encargo de la editorial italiana Rizzoli, volvió a enfrentarse con la tragedia de los amantes de Verona creando una decena de composiciones. El volumen, del que se realizó una edición limitada de 999 ejemplares, apareció finalmente en 1975 en un estuche de seda roja y con una decena litografías.
En algún momento, la mafia italiana se hizo con una de las litografías de Dalí, aunque en la ficha de la exposición en Milán se asegura que se trata de un original.
Con es la primera vez que se demuestra el interés del crimen organizado por la producción daliniana. Probablemente el caso más paradigmático sea un óleo de 1957 titulado “La danza”, también conocida como “Baile: Las siete artes animadas”. Dalí había pintado una primera versión en 1944 en Nueva York, pero la que nos ocupa, la de 1957, fue vendida en una subasta en la sede Sotheby's en la ciudad de los rascacielos, en 1985. De allí pasó a Colombia donde formó parte de la colección del narcotraficante Pablo Escobar. Por fortuna, ahora es propiedad de un museo en Fukushima.
A Dalí le divertiría esta situación con su obra. El mundo del crimen, de los gángsters siempre lo fascinó, algo que plasmó en “Gangsterism and Goofy Visions of New York”, una suerte de cómic que apareció en el número del 19 de mayo de 1935 de la revista "The American Weekly" con su personal interpretación del mundo neoyorquino.
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