Salud

Sant Joan de Déu y el Clínic introducen en España la cirugía cardíaca robótica pediátrica

Ambos centros han afianzado su alianza con la puesta en marcha del Centro de Cardiopatías Congénitas de Barcelona, que ha intervenido con cirugía mínimamente invasiva y soporte del robot Da Vinci a los dos primeros pacientes pediátricos

Imagen de una intervención mínimamente invasiva practicada por el Centro de Cardiopatías Congénitas de Barcelona
Imagen de una intervención mínimamente invasiva practicada por el Centro de Cardiopatías Congénitas de BarcelonaSant Joan de Déu

Iu Teixidó, de 15 años, es el segundo paciente pediátrico en ser intervenido en España de una cardiopatía congénita mediante cirugía robótica mínimamente invasiva, algo que ha sido posible gracias a la alianza entre el Hospital Clínic de Barcelona, centro de referencia en este tipo de operaciones en población adulta, y el Hospital Sant Joan de Déu, que ha culminado con la reciente inauguración del Centro de Cardiopatías Congénitas de Barcelona.

Anualmente, en Cataluña nacen 600 bebés con alguna cardiopatía congénita, unas malformaciones que son las más comunes en el nacimiento (1%), y de éstos, entre el 25% y el 30% presentan formas graves y un tercio necesitan una intervención quirúrgica en el primer año de vida. En cualquier caso, en los últimos años, la mortalidad y morbilidad de estas personas ha bajado mucho, de manera que su supervivencia ha mejorado de forma significativa, hasta el punto que el 90% llega a la edad adulta y, por lo tanto, en Cataluña viven unos 10 mil adultos con una cardiopatía congénita, que, si bien en su mayoría lo hacen con una buena calidad de vida, deben someterse a seguimiento.

En este contexto, el hospital Clínic y Sant Joan de Déu llevan años trabajando de forma coordinada para atender a estos pacientes a lo largo de toda su vida y ahora, con la puesta en marcha del Centro de Cardiopatías Congénitas, ambos centros han dado un paso más al consolidar esa alianza estratégica de forma estructural. Esta nueva estructura, que cuenta con sede en el Clínic y en Sant Joan de Déu, ofrece una atención integral, coordinando todas las acciones preventivas, diagnósticas y terapéuticas a lo largo de la vida del paciente. "Ahora establecemos un centro especializado en las cardiopatías congénitas para integrar lo mejor de cada casa", señaló durante su presentación Marta Sitges, directora del Instituto Cardiovascular del Clínic, quien al respecto indicó que "con este centro juntamos el conocimiento para acompañar al paciente en toda su trayectoria vital".

Y eso ha supuesto también la incorporación de tecnología que desde 2019 el hospital Clínic usa para llevar a cabo intervenciones mínimamente invasivas a sus pacientes adultos con cardiopatías congénitas para el tratamiento de la población pediátrica. "Hasta ahora ésta solo se usaba en pacientes adultos por una cuestión de prevalencia", explicó Sitges, sin embargo esta estrategia de tratamiento ahora ya está también a disposición de los pacientes pediátricos, siempre que estén por encima de los 6 años de edad o los 30 kilos de peso.

Y es que como indicó Daniel Pereda, director del Centro de Cardiopatías Congénitas, "se trata de una tecnología que aún tiene limitaciones porque los instrumentos del robot, pese a ser muy pequeños, están pensados para pacientes adultos, de manera que el tamaño del paciente es un factor limitante", como también lo es la necesidad de usar oxigenación extracorpórea (ECMO) durante la intervención,

Mejor resultado y recuperación

En cualquier caso, como puso de relieve el conseller de Salud, Manel Balcells, "el nuevo Centro de Cardiopatías Congénitas de Barcelona es el primero a nivel estatal en usar la cirugía mínimamente invasiva con soporte robótico para cirugías de cardiopatías congénitas complejas" en niños y jóvenes, lo cual supone un gran beneficio para estos pacientes, puesto que no solo garantiza un mejor resultado estético tras la intervención, sino también una mejor y más rápida recuperación. "Con el robot Da Vinci, la cirugía es la misma que se hacía hasta ahora, pero lo que cambia es la agresividad que se emplea para poder llevarla a cabo y las posibles complicaciones que puedan surgir por la cicatriz", explicó Pereda.

Al respecto, cabe recordar que la cirugía estándar requiere de la fractura del esternón para poder acceder a la zona a operar, mientras que con la robótica solo son necesarias cuatro incisiones de 8 milímetros para cada uno de los cuatro brazos del robot y una de 10 milímetros para el puerto de trabajo. Así pues, en el primer supuesto, la estancia hospitalaria se alarga de media unos 12 días, mientras que en el segundo ésta es solo de unos 3 o 4 días y se minimiza el riesgo de complicaciones.

En casa de IU Teixidó pueden dar buena fe de las ventajas que presenta esta cirugía mínimamente invasiva. El pasado 18 de enero, el chico fue intervenido de forma robótica en el hospital Clínic por el equipo del Centro de Cardiopatías Congénitas tras sufrir un shock séptico y embolias pulmonares tres meses después de haberse sometido a un intervención percutánea por catéter para revertir la cardiopatía que sufría, que consistía en un defecto en el tabique que separa las dos aurículas del corazón que hacía necesario hacer un cierre del mismo con un dispositivo Amplatzer. El caso es que a los meses de aquella intervención, IU sufrió una infección bacteriana y tuvo que volver a ser operado para la eliminación total del material protésico, en el que había grandes vegetaciones adheridas, en esta ocasión con el robot, cirugía durante la cual se recurrió a la oxigenación extracorpórea durante 86 minutos y estuvo 53 minutos en parada cardíaca en asistolia.

Pese a la complejidad de la operación, a la pocos días el chico salió del hospital y en apenas dos meses recuperó su vida normal, incorporando de nuevo a su rutina la práctica del futbol. Ni siquiera quedan apenas marcas visibles de la intervención, puesto que las incisiones que se le realizaron fueron de tamaño muy reducido, algo que a IU preocupaba antes de pasar por quirófano. "Mi hermano también fue operado de una cardiopatía, pero él por cirugía estándar, y el tamaño de su cicatriz impacta", comentó el chico, que es el segundo paciente pediátrico en beneficiarse de esta estrategia quirúrgica mínimamente invasiva a raíz de la puesta en marcha del Centro de Cardiopatías Congénitas, en el que se espera intervenir a unos 12 pacientes al año.