
Arte
Torrents Lladó, el artista de Badalona que elevó el retrato
Una exposición recupera la obra del pintor fallecido prematuramente con más de un centenar de piezas que demuestran la amplia variedad de modelos en su trayectoria

Uno de los principales objetivos de los museos públicos debería ser la recuperación de nombres que a veces, de manera, injusta han quedado olvidados o desdibujados por el implacable paso del tiempo. Un buen ejemplo de ello es la exposición que en estos días se puede ver en el Museu de Badalona y que supone una estupenda oportunidad para poder conocer uno de los grandes nombres de la retratística contemporánea.
Su nombre era Joaquim Torrents Lladó y, pese a morir prematuramente, dejó tras de sí una imponente producción plástica, siempre con el retrato como eje principal. Un centenar de esos trabajos son los que forman parte de la muestra que está abierta hasta el próximo 16 de marzo en el Museu de Badalona.
Torrents Lladó puso su talento al servicio de reyes, nobles o los más destacados nombres de la política, pero también se fijó en nombres anónimos demostrando una profundidad única para construir prácticamente un estudio psicológico de quien protagonizaba alguna de sus telas. A este respecto cabe apuntar que resulta evidente que nuestro protagonista era un continuador de la línea de trabajo marcada en su pintura por el estadounidense John Singer Sargent, aunque tampoco ocultó su interés por nombres más cercanos como los de Ramon Casas o Santiago Rusiñol.
Pero Torrents Lladó también mostró interés por el paisajismo e, incluso, durante sus años de formación se aproximó con buena mano a la abstracción, pese a que su obra siempre ha estado profundamente marcada por la más contundente figuración.
Desde el número 9 de la calle Portella de Palma, en una casa-museo que fue debidamente adecuada por el arquitecto Ricard Bofill, el pintor nacido en Badalona supo convertirse en un nombre internacional, dejando una profunda estela con su pintura que todavía se mantiene.
La exposición, comisariada por Maria Torrents, hija del artista sirve para constatar esta realidad gracias a la calidad de las piezas presentadas, algunas de ellas propiedad del mismo Museu de Badalona, además de aportaciones de los herederos del pintor y de colecciones privadas nacionales e internacionales. La selección nos ayuda a conocer la manera de trabajar, con estudios preparatorios, como una serie de bocetos con retratos de Virginia López. Igualmente interesantes son una serie de acuarelas que nos presentan al Torrents Lladó paisajista y que fijó sus ojos en los canales de Venecia, ciudad de la que siempre estuvo enamorado. En otras composiciones con la naturaleza como principal protagonista, el autor de Badalona se nos presenta como uno de los últimos continuadores de la gran tradición impresionista, jugando con el cromatismo en el momento de plasmar el agua.
La muestra también nos visualiza cómo fue evolucionando el pintor hasta poder alcanzar un estilo propio con el que pudo ser minucioso con el detalle o amplio de miras en las telas de gran formato.
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