Salud

Vall d'Hebron acondiciona una sala de partos para quienes optan por un parto lo más natural posible

Esta estancia cuenta con una bañera que posibilita llevar a cabo la dilatación y/o el expulsivo en el agua y tiene un diseño y elementos que ofrecen un mayor confort y más intimidad a aquellas mujeres que quieren parir sin anestesia o retrasarla lo máximo posible

Desde mayo, 14 parturientas han solicitado hacer uso de la bañera de la reacondicionada sala de partos
Desde mayo, 14 parturientas han solicitado hacer uso de la bañera de la reacondicionada sala de partosVall d'Hebron

Cada vez son más las mujeres que quieren poder decidir acerca de cómo va a ser su parto y con el fin de poder cumplir las expectativas de todas aquellas que optan por tratar de retrasar la anestesia lo máximo posible o dar a luz de forma natural, con el máximo confort e intimidad posibles, el hospital de la Vall d'Hebron ha acondicionado una de sus salas de partos para atender a aquellas gestantes que se decantan por un parto más fisiológico.

“En el hospital atendemos unos 2600 partos al año y con el fin de ofrecer a las mujeres una herramienta para poder cumplir con sus deseos a la hora de dar a luz, hemos adaptado una de nuestras 8 salas de parto para poder dar servicio a aquellas que quieren un tipo de asistencia diferente”, explica la comadrona Vanessa Bueno.

Al respecto, Bueno indica que esta nueva instalación está pensada para satisfacer las expectativas de aquellas embarazadas sin riesgo gestacional, o con algún riesgo que no lo contraindique, tanto de llevar a cabo la dilatación bajo el agua como el propio expulsivo.

“Con este servicio, ofrecemos a las mujeres que no quieren anestesia durante la dilatación la posibilidad de beneficiarse de un mejor controlar el dolor y un mayor confort gracias al uso de la bañera durante este procesoy además les abre la puerta a poder también parir en el agua”, comenta la comadrona.

Sobre los beneficios de esta práctica, Bueno recuerda que “una dilatación en el agua ayuda a controlar mejor el dolor de la parturienta y facilita el cambio de posición de la gestante gracias a la flotación”.

En el momento del expulsivo, la mujer puede optar por su traslado a la camilla para continuar con el parto ya bajo anestesia o bien permanecer en la bañera para dar a luz en el agua. Cualquiera de ambas opciones son viables y en los dos casos la técnica permite reducir los tiempos, tanto de dilatación como del expulsivo.

Con la dilatación en el agua, podemos retrasar la anestesia hasta que la parturienta está dilatada de 7 u 8 centímetros, mientas que fuera del agua se acostumbra a poner cuando se encuentra dilatada de 3 o 4 centímetros. En este último caso, es habitual que tengamos que recurrir a fármacos, como la oxitocina, para que el parto no se ralentice demasiado, mientras que en el primero, eso no es necesario”, comenta la comadrona, quien indica que “si la mujer además opta por dar a luz en el agua, parece que el neonato, que ha permanecido nueve meses en un medio líquido, experimenta una transición más amable al contexto extrauterino y el parto es más fluido".

Un entorno más agradable

Pero más allá de la bañera, la nueva sala, cuya reforma y acondicionamiento ha sido financiado por la Fundación Albert Bosch, está diseñada para ofrecer un mayor confort e intimidad a la paciente. Así, ésta cuenta con mayor luz natural y toda la iluminación artificial, que está dispuesta de forma perimetral y es led y regulable, está diseñada para garantizar una sensación de calidez e intimidad a la paciente.

Además, el cabezal técnico de las camas está cubierto y los dispositivos se encuentran en la parte baja de la pared para reducir al máximo el carácter medicalizado del espacio. Y para facilitar la evacuación de la gestante en caso de ser necesario, la bañera está ubicada justo al lado de una camilla y, a escasa distancia, se ubica también la cuna del bebé.

Un aprendizaje

Para la puesta en marcha de esta sala, en la que desde que empezó su actividad en mayo hasta hoy se ha atendido a 14 mujeres que han solicitado el uso de la bañera, un total de 70 profesional del Servicio de Obstetricia y Ginecología de Vall d'Hebron han requerido formación específica en atención al parto en el agua.

Para ello, se organizó un curso, que se abrió a profesionales de toda España para asumir los costes del mismo, impartido por Barbara Harper, una comadrona del Waterbirth International experta en este campo.

“Hubo una parte técnica y otra práctica en las que se trataron aspectos como la fisiología del parto en el medio acuático, aquello que se puede hacer y no se puede hacer durante el expulsivo, cómo evacuar a la parturienta, cómo hacer reanimación al bebé...”, explica Bueno, quien añade que “además se hizo una formación simulada dirigida a los profesionales del hospital en el sala de partos para poner en práctica los conocimientos adquiridos y resolver posibles dudas”.