Tormentas
Correr o andar bajo la lluvia: ¿Qué es mejor?, ¿cómo nos mojamos menos?
Caminar significa que pasaremos más tiempo mojándonos, mientras que al correr pasaremos menos tiempo bajo la lluvia, pero nos golpearán más gotas de lluvia. Por lo tanto, ¿cuál es la mejor opción para mojarnos lo menos posible?
A todos, en algún momento de nuestras vidas, nos ha sorprendido una tormenta mientras caminábamos por la calle sin paraguas, impermeable o una simple capucha para taparnos. Y es precisamente en ese momento cuando a todos nos surge la misma pregunta: ¿deberíamos decirnos a nosotros mismos “¡Es solo agua!” y empaparnos mientras caminamos, o deberíamos correr hacia nuestro destino de la forma más rápida posible?
Caminar significa que pasaremos más tiempo mojándonos, y correr significa menos tiempo bajo la lluvia, pero la lógica nos dice que cuando corremos, también nos golpean más gotas de lluvia. Por lo tanto, ¿cuál es la mejor opción?
Basándose en un estudio publicado en el “European Journal of Physics” en 2012, Henry Reich, un conocido Youtuber que explica temas relacionados con la física en vídeos de un minuto, relata en uno de ellos que, cuando nos apartamos del camino de una gota de lluvia, nos estamos moviendo hacia otra. Lo que significa que la cantidad de lluvia que cae sobre nosotros es constante, sin importar qué tan rápido vayamos. “Puedes imaginarte que las gotas de lluvia están estacionarias y tú, y la Tierra debajo de ti, se están moviendo hacia arriba a través de la lluvia”, explicó Henry, a lo que añadió: “Y dado que el volumen de un paralelepípedo, un paralelogramo 3D, no depende en absoluto de su inclinación, no importa qué tan rápido te muevas horizontalmente, la misma cantidad de lluvia caerá sobre ti cada segundo”.
¿Andar o correr?
Esto significa que si no nos movemos, la lluvia que cae sobre nosotros será siempre la misma cantidad. Sin embargo, cuando comenzamos a movernos, también entramos en contacto con gotas de lluvia desde un lado. Así que, si queremos mojarnos lo menos posible, deberemos quedarnos quietos en medio de la lluvia. Obviamente esto no es muy práctico, así que tenemos que movernos, y al igual que un quitanieves alejará la nieve caída a su paso sin importar su velocidad, la cantidad de lluvia con la que entraremos en contacto, ya sea caminando o corriendo, en realidad será la misma.
“Durante un período de tiempo dado, te caerá la misma cantidad de lluvia desde arriba, sin importar cómo de rápido vayas”, confiesa Henry, a lo que añade: “Y en una distancia dada, golpearás la misma cantidad de lluvia desde un lado, nuevamente, independientemente de la velocidad a la que vayas”. Sin embargo, el tiempo que pasamos bajo la lluvia es, en realidad, el factor determinante. Por lo tanto, si queremos estar más “secos” cuando lleguemos a nuestro destino, deberemos correr bajo la lluvia, aunque siempre teniendo cuidado para no sufrir un accidente.
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