China

El módulo Mengtian de la estación espacial china completa su transposición

La AEMT detalló que la operación concluyó de manera exitosa a las 9.32 hora local de este jueves

La estación espacial china completó hoy el movimiento de transposición de su módulo laboratorio Mengtian, informó la Agencia Espacial de Misiones Tripuladas (AEMT) de China. La AEMT detalló que la operación concluyó de manera exitosa a las 9.32 hora local de este jueves (01.32 hora GMT), con lo que el laboratorio logró ocupar su posición final en la enorme estructura espacial.

El proceso, desde su lanzamiento hasta esta última fase, duró unas 66 horas en total, ya que el cohete Larga Marcha-5B Y4, portador del módulo, había despegado este lunes a las 15.37 hora local (07.37 hora GMT) desde la base espacial de Wenchang, en la provincia meridional de Hainan. El Mengtian, junto con el módulo central Tianhe y el Wentian, el otro laboratorio, forman ya unidos la estación espacial Tiangong, con una forma de letra T tras el acople realizado en esta última misión.

El nuevo módulo, con una longitud de 17,8 metros y un diámetro de 4,2 metros, pesaba alrededor de 23,3 toneladas en el momento del lanzamiento. Será un área exclusivamente de trabajo y actividad deportiva para los astronautas, al contrario que los otros dos módulos, que cuentan con baños y dormitorios.

La estación espacial china, cuyo nombre significa “Palacio celestial” en mandarín, pesará unas 70 toneladas y se espera que funcione durante unos 15 años orbitando a unos 400 kilómetros de la superficie terrestre. En 2024, es probable que se convierta en la única estación espacial del mundo si la Estación Espacial Internacional, una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso por los lazos militares de su programa espacial, se retira ese año tal y como está previsto. En los últimos años, el programa espacial chino ha conseguido éxitos como alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna -primera vez que se logra- y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país -tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética- en amartizar.