Astronomía
Alerta: detectan ondas misteriosas provocadas por agujeros negros
Para localizarlas fue necesario crear un dispositivo del tamaño de una galaxia.
Un equipo de astrónomos, liderados por Maura McLaughlin, codirectora de NANOGrav, ha detectado el leve zumbido de las ondas gravitatorias que hacen eco en todo nuestro universo. Este zumbido constante en el cosmos puede ser causado por agujeros negros supermasivos que se fusionan. Los resultados se han publicado en The Astrophysical Physical Journal Letters. Lo que aún no se sabe es cómo impactan estas ondas en nuestro sistema solar. "Realmente es la primera vez que tenemos evidencia de este movimiento a gran escala de todo en el universo", explicó McLaughlin en una entrevista.
En 2015, los científicos detectaron por primera vez ondas gravitacionales, pero solo en circunstancias específicas y en frecuencias más altas. Dos agujeros negros relativamente pequeños se fusionaron en un agujero negro más grande, enviando ondas gravitacionales, un "chirrido" rápido, que fueron captadas por el Observatorio de ondas gravitacionales con interferómetro láser o LIGO.
Sin embargo, este descubrimiento más reciente muestra que estas ondas gravitacionales también están impregnando el universo con un zumbido sutil de frecuencia mucho más baja, que los científicos compararon con el ruido de fondo provocado por una multitud de personas. Los datos recopilados para este estudio abarcan un período de 15 años e involucraron a un gran equipo internacional de astrónomos.
Para hacer su descubrimiento, el equipo utilizó 67 púlsares, estrellas de neutrones que giran rápidamente y envían ondas de radio constantemente a un ritmo constante y predecible, como un faro. Se trata básicamente de un detector de ondas gravitacionales gigante… "Un observatorio en la Tierra nunca sería capaz de medir estas ondas - añade el coautor Michael Lam -, por lo que tuvimos que construir un detector que fuera aproximadamente del tamaño de la galaxia".
Los responsables del hallazgo usaron estos púlsares para detectar las ondas gravitacionales porque estaban alterando el ritmo regular de los púlsares. Estas ondas gravitacionales también parecen fluctuar, oscilando en un ciclo que puede llevar años o décadas. El enigma es que los científicos no saben de dónde provienen estas ondas, pero sugieren que los agujeros negros supermasivos en el centro de las galaxias pueden ser los responsables. Los resultados no solo confirman las predicciones de Einstein sobre las ondas gravitacionales, sino que también ayuda a los astrónomos a comprender mejor cómo evolucionan con el tiempo algunos de los objetos más masivos del universo. Y cómo pueden influir en nuestro sistema solar.
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