Exploración Espacial

Los grillos, el animal que deberíamos llevar primero a Marte… como fuente de proteína

Es la conclusión de un estudio en el que también se citan otras especies que nos pueden acompañar a colonizar otros planetas.

Marte
Modelo de hábitat para colonizar MarteSEArch+/ Apis CorSEArch+/ Apis Cor

Los planes de la NASA y de la Agencia Espacial Europea (ESA) para colonizar Marte o la Luna son numerosos y algunos hasta tienen una fecha cercana. Pero a medida que avanzamos en ellos, queda claro que, si de verdad queremos establecer una base permanente, los humanos no somos suficientes y deberíamos llevar con nosotros un ecosistema, uno que incluya plantas, pero también animales. Entonces surge la pregunta obvia: ¿cuáles serían los más adecuados?

Los animales podrían ayudar a realizar tareas vitales vinculadas al cultivo de alimentos, la generación de oxígeno y brindar una fuente de proteínas. Y, en este entorno, más que la presión, la temperatura o la atmósfera, factores que pueden modificarse en entornos cerrados, lo más complejo es la gravedad: no hay forma sencilla de cambiarla.

La diferencia de gravedad entre la Tierra y Marte o la Luna tendría una influencia en el desarrollo óseo y muscular de los animales, igual que ocurre con los humanos. En estas condiciones, los animales pequeños y los acuáticos probablemente serían la mejor opción.

Los primeros que pueden ser evaluados como posibles compañeros estelares son los insectos. Tienen numerosas ventajas. Ocupan poco espacio, se reproducen rápidamente (lo que acelera su evolución), pueden servir como alimento y dependiendo de la especie, contribuyen a crear un suelo más fértil para cultivar vegetales. De acuerdo con un informe de la Universidad de Australia del Sur y la Universidad Espacial Internacional de Francia, insectos como los grillos son los más factibles y asequibles, ya que ofrecen una buena fuente de proteínas y utilizan menos espacio y agua que las fuentes tradicionales de proteínas. En un sistema de soporte vital de circuito cerrado (el hábitat artificial donde vivirían personas y animales en Marte), los insectos podrían proporcionar servicios importantes, como la polinización, la renovación del suelo y la limpieza de detritos, y podrían ser un suministro de alimentos de respaldo en caso de que las cosechas fallen.

Luego están los peces y otros animales acuáticos. En ellos, los cambios gravitacionales probablemente no tendrían mucha influencia. También podrían ser un buen “ganado espacial” porque son más eficientes a la hora de alimentarse y producen menos desechos que sus homólogos terrestres, según un estudio publicado en Frontiers in Astronomy and Space Sciences.

Puede que sea la primera vez que pensamos en esto, pero los científicos llevan años con este dilema. Desde 2019, el programa Lunar Hatch ha estado investigando la viabilidad de enviar huevos de peces al espacio para una eclosión programada. Si pueden sobrevivir al lanzamiento y al vuelo espacial, los peces serán una fuente de alimento más eficiente, rica en proteínas y con poco desperdicio que el ganado terrestre, según la revisión de 2021. El mayor obstáculo es, obviamente, el agua: no siempre será posible obtenerla en la cantidad adecuada y que su composición sea la correcta para la especie. A esto hay que sumarle que también habría que graduar su temperatura, lo que precisaría importantes cantidades de energía.

Finalmente, también podríamos sumarle crustáceos, según un estudio publicado en Frontiers in Astronomy. Tienen la ventaja de que pueden criarse en espacios reducidos como fuente de alimento eficiente no solo para humanos, también para futuros peces, creando una cadena trófica propia de sus hábitats naturales y también servir como parte de un sistema de acuicultura, donde se cultiven plantas.

Y esto puede tener un profundo impacto en nuestro futuro como especie si tenemos en cuenta la imposibilidad de llevar animales de gran tamaño. ¿Cuál es la consecuencia? Que en el futuro, nuestras mascotas, podrán ser hormigas, gambas o truchas.