
Oncología
Crean 'super células' asesinas del cáncer que son invisibles al sistema inmunitario
El sistema inmunológico suele rechazar y destruir las células diseñadas para combatir el tumor. Ahora, la ciencia ha encontrado la forma de evitarlo.

Una de las armas más recientes que los científicos han desarrollado contra el cáncer es un tipo de célula inmunitaria modificada, conocida como células CAR-NK (la sigla NK significa asesinas naturales). Al igual que las células CAR-T, estas células pueden programarse para atacar las células cancerosas. Solo hay un problema: nuestro sistema inmune y su capacidad de enfrentarse a los tumores.
No es que el sistema inmunitario ayude a combatir el cáncer, sino que a menudo es el principal obstáculo para las terapias con células de un donante. La clave está en distinguir entre dos "ejércitos" diferentes dentro de nuestro sistema inmunológico. Por un lado, está el ejército que atacan, los linfocitos T, principalmente. Su trabajo es identificar y destruir cualquier cosa que consideren "ajena" para proteger al cuerpo de invasores.
El otro escuadrón está formado por la primera respuesta: las células NK. Son una línea de defensa más general que ataca células infectadas por virus o células cancerosas de forma inmediata, sin necesidad de un “entrenamiento” previo.
Ahora, el problema. Si inyectamos células CAR-NK de un donante sano en un paciente con cáncer, el sistema inmunitario del paciente (sus linfocitos T) ve a estas células CAR-NK del donante como invasoras extrañas. Las identifica porque en su superficie tienen unas proteínas llamadas HLA de clase I que no coinciden con las del paciente. Esto hace que los linfocitos T del paciente ataquen y destruyan a las células CAR-NK del donante mucho antes de que estas hayan podido acabar con el cáncer. Es una “guerra civil” que sabotea el tratamiento.
Ahora, un equipo de científicos del MIT y de la Facultad de Medicina de Harvard han ideado una nueva forma de modificar las células CAR-NK que reduce considerablemente su probabilidad de ser rechazadas por el sistema inmunitario del paciente, una desventaja común de este tipo de tratamiento. La otra ventaja es que los métodos tradicionales para modificar las células CAR-NK o CAR-T suelen tardar varias semanas. Este nuevo avance facilita el desarrollo de células CAR-NK listas para usar que podrían administrarse a los pacientes tan pronto como reciban el diagnóstico.
“Esto nos permite modificar las células CAR-NK en un solo paso, evitando así el rechazo de las células T del huésped y otras células inmunitarias. Además, eliminan mejor las células cancerosas y son más seguras”, afirma Jianzhu Chen, profesor de biología del MIT y líder del estudio publicado en Nature.
En un modelo de ratones con sistemas inmunitarios humanizados, el equipo de Chen demostró que estas células CAR-NK podían destruir la mayoría de las células cancerosas mientras evadían el sistema inmunitario del huésped.
Los ratones que recibieron células CAR-NK con la nueva construcción mantuvieron la población de células NK durante al menos tres semanas, y estas fueron capaces de eliminar casi por completo el cáncer en esos ratones. En los ratones que recibieron células NK sin modificaciones genéticas o células NK con solo el gen CAR, las células inmunitarias del huésped atacaron a las células NK del donante. En estos ratones, las células NK murieron en dos semanas y el cáncer se propagó sin control.
El equipo de Chen también descubrió que estas células CAR-NK modificadas tenían una probabilidad mucho menor de inducir el síndrome de liberación de citocinas, un efecto secundario común de los tratamientos de inmunoterapia, que puede causar complicaciones potencialmente mortales.
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