
Insectos
El demoledor estudio que revela la amenaza silenciosa que ha hecho desaparecer a la gran mayoría de insectos del planeta
Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos enciende las alarmas sobre el colapso silencioso de los insectos: su población se ha desplomado más de un 70% en apenas veinte años en zonas de alta montaña por el cambio climático,

Creíamos que las altas cumbres, santuarios de biodiversidad alejados del ajetreo humano, eran inmunes a nuestras peores crisis. Un demoledor estudio procedente de Estados Unidos demuestra lo equivocados que estábamos y señala a un culpable que no entiende de fronteras: el inexorable aumento de las temperaturas. El calentamiento global se revela así como una amenaza silenciosa que se extiende incluso por los parajes más vírgenes y, en apariencia, protegidos del planeta.
De hecho, la investigación, que se ha desarrollado durante veinte años en una pradera subalpina de Colorado, pone cifras a esta alarmante realidad. El exhaustivo trabajo de campo ha constatado que la población total de insectos se ha desplomado un 72,4 % en el periodo comprendido entre 2004 y 2024, un dato que evidencia la magnitud de un problema que trasciende con mucho las áreas agrícolas o industriales.
Asimismo, este desplome no ha sido un evento aislado, sino una tendencia constante y sostenida en el tiempo. El trabajo documenta un declive anual promedio del 6,6 %, una hemorragia lenta pero implacable que, según informa el medio ScienceDaily, está directamente ligada al calentamiento estival que ha experimentado la región. La persistencia de esta caída es la prueba de que el cambio climático altera de forma irreversible los delicados equilibrios de la naturaleza. Este calentamiento no solo eleva las temperaturas, sino que altera la propia estructura de las estaciones, ya que los expertos advierten que nuestro verano podría ser más corto de lo que solíamos experimentar, afectando directamente los ciclos vitales de estas especies.
El eco de una extinción silenciosa
Por otro lado, la desaparición de estos animales no es una anécdota para entomólogos, sino una amenaza directa al correcto funcionamiento de los entornos naturales. Hay que recordar que los insectos son pilares fundamentales de los ecosistemas, desempeñando funciones tan vitales como la polinización de las plantas, el control biológico de plagas o el reciclaje de los nutrientes del suelo. Su labor es, sencillamente, insustituible. De hecho, la relación de los insectos con el calor es una historia de millones de años, como lo demuestra el primer gran concierto del verano protagonizado por las antiguas cigarras, cuya supervivencia hoy también se ve comprometida.
En definitiva, los resultados de este estudio en las montañas de Colorado son una seria advertencia con alcance global. Demuestran que la crisis climática está comprometiendo la viabilidad de los que considerábamos los últimos refugios naturales del planeta. La pérdida de insectos en estos «puntos calientes» de biodiversidad no es solo la extinción de unas especies, sino un golpe a la estabilidad de las cadenas tróficas que podría tener consecuencias impredecibles para todos.
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