Paleontología

Un estudio confirma a Nanotyrannus como especie distinta del T. rex

El debate ha terminado: el Nanotyrannus no era la versión juvenil del temible T. rex, sino un depredador distinto y más ágil que ahora, tras 40 años de dudas, por fin reclama su propio lugar en la historia

Una manada de Nanotyrannus ataca a un T. rex juvenil (esquiza inferior izquierda) mientras su madre se aproxima desde el fondo de la imagen.
Una manada de Nanotyrannus ataca a un T. rex juvenil (esquiza inferior izquierda) mientras su madre se aproxima desde el fondo de la imagen.Anthony HutchingsEurekalert

El reinado del Tyrannosaurus rex no fue tan solitario como el cine y los museos nos han hecho creer. Durante las últimas etapas del Cretácico, un pariente más pequeño, pero ágil y veloz, compartía su territorio: el Nanotyrannus. Una nueva y exhaustiva investigación ha puesto punto final a una larga polémica en el mundo de la paleontología, ya que acaba de ser confirmado como una especie distinta y no una simple cría de T. rex que no había llegado a la edad adulta.

De hecho, esta confirmación zanja un debate paleontológico de cuarenta años que dividía a los expertos. La teoría más extendida hasta ahora defendía que los fósiles de menor tamaño atribuidos al Nanotyrannus pertenecían en realidad a ejemplares juveniles de Tyrannosaurus rex. Sin embargo, las nuevas pruebas obligan a redibujar el mapa de los grandes depredadores que dominaron la Tierra justo antes de la gran extinción.

En este sentido, la clave para resolver el misterio ha residido en el análisis microscópico de los huesos, en concreto de un fósil excepcionalmente conservado que los científicos conocen como los «dinosaurios en duelo». Al estudiar los anillos de crecimiento óseo, un método parecido al que se usa en los árboles, los investigadores descubrieron que los ejemplares estaban cerca de la madurez, según informa el medio Ars Technica. Este hallazgo es incompatible con la idea de que les quedaba un largo camino para convertirse en un T. rex adulto.

Un competidor más ligero y con brazos más grandes

Por otro lado, las diferencias anatómicas entre ambos carnívoros son notables y sugieren que ocupaban nichos ecológicos diferentes. El Nanotyrannus tenía una constitución mucho más estilizada y ligera, con extremidades más largas que le habrían permitido alcanzar una mayor velocidad. Además, poseía unos brazos considerablemente más grandes en proporción a su cuerpo, a diferencia de las extremidades casi vestigiales de su pariente más famoso, lo que podría indicar una estrategia de caza distinta.

Asimismo, la contundencia del estudio ha provocado que algunos fósiles célebres cambien de identidad. El caso más conocido es el del espécimen bautizado como «Jane», que durante años fue exhibido en museos como un ejemplar juvenil de T. rex. Tras esta nueva investigación, ha sido formalmente reclasificado como un Nanotyrannus en toda regla.