Oncología
Un fármaco contra el cáncer restaura la habilidad del sistema inmune para combatir tumores
La clave de este medicamento se encuentra en que los tumores eliminan un fragmento del ADN crucial para que nuestro cuerpo pueda defenderse.
A la hora de enfrentarnos al cáncer, la ciencia lo hace desde diferentes perspectivas y, afortunadamente, cada vez con más éxito gracias al avance en conocimiento. Desde terapia de microARN, pasando por terapia focal, hasta llegar a nuevos fármacos. Uno de ellos se centra en un aspecto poco explorado: la habilidad del sistema inmune para combatir tumores.
Ahora, un nuevo estudio, publicado en Cancer Cell, describe un fármaco bioinspirado que restaura la eficacia de las células inmunitarias en la lucha contra el cáncer. Los responsables del hallazgo, liderados por Everett Stone, analizaron modelos de melanoma, cáncer de vejiga, leucemia y cáncer de colon. Los resultados mostraron que este fármaco ralentiza el crecimiento de los tumores, prolonga la vida útil y aumenta la eficacia de la inmunoterapia. La investigación, de acuerdo con los autores, podría cambiar las reglas del juego para muchos pacientes con cáncer. Pero, ¿cómo funciona?
Muchos cánceres eliminan un tramo de ADN llamado 9p21, algo que ocurre en entre el 25 % y el 50 % de ciertos cánceres, como el melanoma, el cáncer de vejiga, el mesotelioma y algunos cánceres cerebrales. Los científicos saben desde hace mucho tiempo que los cánceres con la deleción 9p21 significan peores resultados para los pacientes y resistencia a las inmunoterapias.
La eliminación de este fragmento del ADN evita que las células cancerosas sean detectadas y eliminadas por el sistema inmunológico, en parte al hacer que el cáncer bombee un compuesto tóxico llamado MTA que altera el funcionamiento normal de las células inmunes y también bloquea la eficacia de las inmunoterapias.
La eliminación del fragmento 9p21 provoca la pérdida de algunos genes clave en las células cancerosas. Atrás quedaron un par de genes que producen reguladores del ciclo celular: proteínas que mantienen a las células sanas creciendo y dividiéndose a un ritmo lento y constante. Cuando esos genes se pierden, las células pueden crecer sin control. Eso es lo que los hace cancerosos. También se elimina un gen interno que produce una enzima que descompone la toxina MTA. Es esta pérdida la que permite a las células cancerosas adquirir un nuevo superpoder: la capacidad de desactivar el sistema inmunológico.
"El cáncer obtiene dos por uno cuando pierde ambos genes: pierde los frenos que normalmente le impiden crecer de forma descontrolada y desarma a la fuerza policial del cuerpo – afirma Stone -. Entonces, se convierte en un tipo de cáncer mucho más agresivo y maligno. En modelos animales, nuestro fármaco reduce el MTA a la normalidad y el sistema inmunológico se reactiva. Una vez que usamos este fármaco, vemos muchas más células T alrededor del tumor y están en modo de ataque. Las células T son un tipo de célula inmune importante, como un equipo SWAT que puede reconocer las células tumorales y bombardearlas con enzimas que mastican el tumor de adentro hacia afuera”.
Para crear el fármaco, el equipo de Stone se basó en la enzima que nuestro cuerpo produce naturalmente y utiliza para descomponer el MTA y luego agregaron polímeros flexibles.
“A pesar de que se trata de una enzima muy útil y conocida – concluye Stone -, necesitábamos optimizarla para que dure más tiempo en el cuerpo. Si solo inyectáramos la enzima natural, se eliminaría en unas pocas horas. En ratones, nuestra versión modificada permanece en circulación durante días; en humanos durará aún más”.
El objetivo del equipo de Stone es utilizar este fármaco para reducir las posibilidades de una gran variedad de tumores de convertirse en agresivos y reducir notablemente sus capacidades.
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