
Alzhéimer
Ni genético ni educativo, este factor te puede ayudar a mitigar el riesgo de Alzhéimer
Tener un propósito en la vida podría ser un poderoso escudo contra la demencia, según un estudio de Estados Unidos que asocia una mayor motivación vital con un riesgo hasta un 28% menor de sufrir deterioro cognitivo en la vejez

Aplazar en poco más de un mes el diagnóstico de deterioro cognitivo puede parecer un logro menor, pero cuando se enmarca en un periodo de ocho años de seguimiento, la perspectiva cambia. Esta es precisamente la conclusión, modesta pero firme, que arroja una nueva investigación estadounidense sobre cómo proteger la salud de nuestro cerebro en la vejez, sugiriendo que hay factores no farmacológicos que ofrecen un retraso modesto en su aparición. Este hallazgo se suma a la creciente evidencia sobre cómo otros hábitos, como el hecho de que el ejercicio mejora la salud mental, reforzando la idea de que nuestro estilo de vida es una pieza clave en la prevención.
De hecho, esta idea se apoya en un estudio de una envergadura considerable. Un equipo de científicos de la Universidad de California en Davis analizó los datos de más de 13.000 adultos mayores de 45 años, a quienes se les hizo un seguimiento de hasta quince años. Este amplio espectro de población permitió a los investigadores trazar una línea clara entre el estado mental de los participantes y una variable tan personal como es tener un propósito en la vida.
Asimismo, el hallazgo más contundente de este trabajo es la notable conexión entre tener un rumbo vital claro y una mejor salud cerebral, tal y como han publicado en SciTechDaily. Los datos revelan una reducción del 28% en el riesgo de desarrollar tanto deterioro cognitivo leve como demencia, una cifra que da un nuevo peso a la importancia del bienestar emocional y psicológico en la prevención. Esta línea de investigación, que vincula el estado anímico con la salud física, también explora cómo fenómenos como las pesadillas recurrentes pueden ser un indicador de riesgo para nuestro bienestar a largo plazo.
Un escudo mental al alcance de todos
Por otro lado, una de las grandes virtudes de este enfoque es su carácter universal y accesible. El "propósito" no es un concepto rígido, sino que se adapta a la vida de cada individuo. Para unos, el motor puede ser la familia, la carrera profesional o el voluntariado; para otros, se encuentra en la espiritualidad, la creatividad o la simple consecución de metas personales. Esta flexibilidad lo convierte en una herramienta preventiva gratuita y sin efectos secundarios.
En este sentido, la solidez del vínculo observado es aún mayor si se tiene en cuenta que se mantuvo estable incluso después de ajustar los datos para otros factores de riesgo conocidos. La relación persistió al descontar la influencia del gen APOE4, asociado al alzhéimer, así como el nivel educativo de los participantes o un historial previo de depresión.
No obstante, los autores del estudio insisten en actuar con cautela. Sus hallazgos demuestran una asociación y no una causa directa, lo que significa que aún queda por desentrañar el mecanismo biológico exacto que conecta el propósito vital con la neuroprotección. El efecto, además, se observó de manera consistente en los diferentes grupos raciales y étnicos analizados, lo que abre una prometedora vía de investigación para entender un fenómeno que parece ser común a todos.
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