Espacio exterior
Nuevo descubrimiento histórico: una nube de gas gigante ubicada a poca distancia de la Tierra y de 40 lunas llenas de tamaño
Ha sido bautizado bajo el nombre de "Eos" y su noticia ha dado la vuelta al mundo. Los científicos estiman que con motivo de sus dimensiones podrían generar estrellas
El espacio exterior es un mundo de posibilidades y distinciones que, en su vasta mayoría, quedan sepultadas y son encontradas por medio de nuevas investigaciones con el paso de los años. Es así como, en esencia, el significado de prácticamente la totalidad del universo todavía es desconocido para el ser humano. Por tanto, aunque la ciencia responda al pensamiento racional, la naturaleza siempre está por encima de todo y deja en un segundo plano a esta materia. Y el caso que hoy nos concierne vuelve a incidir en esta afirmación evidenciando que la Tierra solo es una moto de polvo en comparación con la magnitud de la galaxia.
Cada nueva invención en el ámbito tecnológico que repercute en la investigación científica tarde o temprano se acaba reflejando en el estudio espacial. Tal es el caso del telescopio de la NASA que recibe el nombre de James Webb y, gracias a su contribución, se han podido llevar a cabo proyectos que nos han dado una visión general clara y detallada del espacio exterior. De entre todos los descubrimientos atendidos por este dispositivo, el exoplaneta con indicios de vida o la radiografía de nuestro Sistema Solar son algunos de los más notorios. Por el contrario, este no es el único instrumento especializado para encontrar nuevas del universo.
"Eos": la nube de gas de cuarenta lunas de tamaño
La información pertinente que cumplimenta y nutre esta importante noticia fue publicada en un primer momento en el medio especializado Nature Astronomy. A pesar de su increíble tamaño, este fenómeno no había sido descubierto hasta la ejecución de esta investigación "debido a su oscuridad en los trazadores de gas molecular comúnmente utilizados, como el monóxido de carbono", aseguran dentro del informe. Actualmente se encuentra a tan solo 300 años luz de nuestro planeta una distancia que, aunque para muchos pueda parecer significativa, en comparación con la magnitud del universo se queda en una nimiedad.
Por otro lado, en caso de que esta nube quedara visible desde la superficie terrestre, contemplaríamos una afluencia de gas que ocuparía unas cuarenta lunas llenas. Cantidad que se traduce en términos científicos a un diámetro de 25,5 pársecs, lo que supone unos 83,1 años luz, y, por otro lado, una masa aproximada de 3.400. "Calculamos la distancia de la nube mediante técnicas de mapeo de polvo 3D, estimamos su masa y describimos su conexión con la Burbuja Local", aseguran.
¿Cómo nos podría afectar este fenómeno?
"Para revelar la nube molecular de Eos, utilizamos el espectrógrafo de imágenes de ultravioleta lejano (FIMS) de sondeo fluorescente FUV", informan. Este instrumento se encontraba a bordo del satélite surcoreano STSAT-1, que estuvo en órbita desde noviembre de 2003 hasta mayo de 2005. Aunque esta información estuvo guardada durante años en un cajón, la identificación de una estructura con contorno de media luna en la zona del North Polar Spur avivó el interés de los investigadores. pero, realmente, ¿podría afectar de alguna forma a la Tierra?
Por una parte hay que destacar la importancia de estas nubes para la creación de estrellas con su colapso gravitatorio. En el estudio confirman que, con motivo de su masa, esta acción se podría llevar a cabo en un futuro acorde al criterio de masa de Jeans. Pero recalcan que, en el corto plazo, este ejercicio es ciertamente improbable debido a su continua estabilidad. No obstante, este fenómeno se encuentra en peligro de desaparición como consecuencia del ataque protagonizado por la radiación ultravioleta y los rayos X, que disocian el H₂, componente clave en su composición, rápidamente. Se estima que este proceso se puede llevar a cabo en 5,7 millones de años.