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Ciencia

¿Por qué los atardeceres son naranjas? La curiosa explicación de este espectáculo visual

Aunque sucede cada día, el atardecer continúa siendo un espectáculo visual en el que la física y la naturaleza se combinan para crear momentos de color irrepetibles

¿Por qué los atardeceres son naranjas? La curiosa explicación de este espectáculo visual istock

Cada día, al caer la tarde, el cielo se transforma en una mezcla de tonos anaranjados, rojizos y rosados que parecen irrepetibles. Este fenómeno, tan fotografiado como admirado, tiene una explicación científica muy concreta, aunque a menudo pase desapercibida por su belleza.

La luz del sol no es solo “blanca”

Aunque a simple vista la luz solar parece blanca, en realidad está compuesta por distintos colores que forman el conocido espectro visible. Cada uno de estos colores tiene una longitud de onda diferente y reacciona de forma distinta al entrar en contacto con la atmósfera.

La clave está en la dispersión de Rayleigh

Durante el día, cuando el sol está alto, la luz azul —que tiene una longitud de onda corta— se dispersa con mayor facilidad al chocar con las moléculas del aire. Por eso el cielo se ve azul.

Pero al atardecer, el sol se sitúa mucho más bajo en el horizonte, lo que obliga a sus rayos a atravesar una mayor cantidad de atmósfera. En ese recorrido más largo, casi toda la luz azul y violeta se dispersa antes de llegar a nuestros ojos.

Lo que queda son las longitudes de onda más largas: los tonos rojos, naranjas y amarillos, que logran atravesar la atmósfera con mayor eficacia.

Polvo, humedad y contaminación: los “pinceles” del cielo

Además de la posición del sol, la presencia de partículas en suspensión también influye en los colores del atardecer. El polvo, la humedad e incluso la contaminación pueden intensificar los tonos cálidos y hacer que el cielo se vea más encendido de lo habitual.

Por este motivo, los atardeceres suelen ser más espectaculares tras una tormenta, en días de calima o en zonas cercanas al mar, donde abunda la humedad en el aire.

Un fenómeno cotidiano que sigue fascinando

Aunque sucede cada día, el atardecer continúa siendo un espectáculo visual en el que la física y la naturaleza se combinan para crear momentos de color irrepetibles. Saber por qué ocurre no le resta magia; al contrario, permite comprender cómo un simple cambio en el ángulo del sol puede transformar por completo el cielo.