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Medicina

Un tercio de nuestros nietos tendrán sobrepeso según un estudio en The Lancet

385 millones de niños y adolescentes tendrán sobrepeso y 360 millones serán obesos para 2050 según el último estudio de Murdoch Children’s Research Institute

Abuela con nietos Mikhail Nilov

La obesidad infantil lleva tiempo siendo un problema, Durante las últimas tres décadas los casos se han triplicado entre las personas de 5 a 17 años. Las políticas de salud pública han fallado y su avance, lejos de frenar, parece haber cogido inercia. Y, por supuesto, la preocupación va mucho más allá del número que nos devuelva la báscula, porque al aumentar la obesidad ha aumentado también el porcentaje de casos de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Un problema que no parece disiparse y que se adentra en la nueva era del Ozempic. ¿Lo abordaremos sin caer en la sobremedicación? ¿Acaso podemos vencer sin recurrir a los fármacos?

En el Murdoch Children’s Research Institute se han querido asomar al futuro para ver cómo será la situación en 2050 si no logramos frenarla y el panorama no es nada halagüeño. Según la simulación computacional que acaban de publicar en la prestigiosa revista Lancet, dentro de 25 años un tercio de los niños tendrán sobrepeso u obesidad. Y, si queremos números absolutos: estamos hablando de unos 385 millones de niños con sobrepeso y 360 con obesidad. Y esos 1 de cada 6 niños con obesidad no aparecerán de la nada dentro de 25 años, serán el resultado de un aumento gradual. De hecho, según el modelo se esperan cambios drásticos muy pronto.

En solo 5 años

Y, cuando decimos “pronto” hablamos de apenas unos años. En palabras de la Dra. Jessica Kerr, del MCRI: si no se desarrollaban planes de acción inmediatos a cinco años, el futuro sería sombrío para nuestra juventud. “Los niños y adolescentes siguen siendo una población vulnerable dentro de la epidemia de obesidad”, afirmó. “La prevención es clave, ya que la obesidad rara vez se resuelve después de la adolescencia. […] Esta enorme carga no solo costará miles de millones al sistema de salud y a la economía, sino que las complicaciones asociadas con un alto índice de masa corporal (IMC), como diabetes, cáncer, problemas cardíacos, dificultades respiratorias, problemas de fertilidad y desafíos de salud mental, impactarán negativamente en nuestros niños y adolescentes ahora y en el futuro, con el potencial incluso de afectar el riesgo de obesidad y la calidad de vida de nuestros nietos en las próximas décadas”.

El dibujo que bosqueja este estudio no es demasiado esperanzador, sin embargo, las palabras de la Dra. Kerr contrastan con esa conclusión: “A pesar de que estos hallazgos indican fallos monumentales de la sociedad y una falta de acción global coordinada en toda la etapa de desarrollo para reducir la obesidad, nuestros resultados proporcionan optimismo de que esta trayectoria puede evitarse si se toman medidas antes de 2030”. Y ahora bien… ¿qué medidas?

Un futuro “optimista”

Si las simulaciones son correctas, en 2050 habrá más niños de 5 a 14 años con obesidad que con sobrepeso… Una tendencia que se estima que padecerán incluso países que, históricamente, han sufrido epidemias de desnutrición. Ante este futuro, la Dra. Kerr propone que “para evitar una emergencia de salud pública debido a esta nueva amenaza, una prioridad inmediata debería ser la creación de encuestas nacionales de vigilancia de la obesidad en niños y adolescentes en cada país”.

“Dado este enorme cambio global en el peso de niños y adolescentes, ya no podemos seguir culpando a las personas por sus elecciones. Requerimos que los gobiernos actúen mediante intervenciones regulatorias, incluyendo la imposición de impuestos a las bebidas azucaradas, la prohibición de la publicidad de comida chatarra dirigida a niños y jóvenes y la financiación de comidas saludables en las escuelas primarias y secundarias. También debemos considerar los beneficios de políticas más amplias, como la revisión de la planificación urbana para fomentar estilos de vida activos”.

Medidas que, desde luego, debemos implementar, pero que pueden no ser suficientes para cambiar el rumbo de este descalabro poblacional que vaticinan los expertos.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Aunque el Ozempic y otros inhibidores de la semaglutida suponen un potencial beneficio para la salud poblacional, su sobreutilización puede tener consecuencias negativas que todavía no hemos detectado. Hará falta que mejoremos nuestro conocimiento sobre cómo actúan estos fármacos antes de considerarlos una solución para la epidemia de obesidad y sobrepeso que vivimos.

REFERENCIAS (MLA):

  • Kerr, Jessica, et al. “Global, Regional, and National Prevalence of Child and Adolescent Overweight and Obesity, 1990-2021, with Forecasts to 2050: A Forecasting Study for the Global Burden of Disease Study 2021.” The Lancet, 2025, doi:10.1016/S0140-6736(25)00397-6.