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Corsair Vanguard Pro 96: un “todo en uno” que cabe donde solo te entraba un TKL
Todo lo del “full” en tamaño TKL: numérico, LCD, 6 G-keys y switches magnéticos listos para competir

Hay teclados que se prueban una tarde y otros que se quedan en la mesa sin pedir permiso. El Corsair Vanguard Pro 96 que acaba de ser presentado oficialmente y nosotros ya hemos probado es de los segundos. Después de varios días alternando trabajo, edición ligera y shooters, la sensación es que Corsair ha intentado meter un teclado “de control central” en el espacio de un TKL… y lo ha logrado con margen para crecer. Formato 96% con flechas y numérico, seis teclas G, dial, pantalla IPS, switches magnéticos propios, 8.000 Hz, Rapid Trigger y una configuración completa desde el navegador. Sobre el papel suena denso; en uso, sorprende lo sencillo que es ponerlo a tu gusto.
Unboxing y primeras impresiones

La caja llega bien protegida, con el teclado envuelto, un keycap puller (extractor de teclas) y el cable USB-C trenzado aparte.

Por otro lado, tenemos el reposamuñecas para mayor confort durante largas partidas.

No hay rompecabezas: lo sacas, conectas, eliges un perfil rápido y ya puedes escribir o jugar. El chasis se siente sólido desde el primer golpe de tecla; no hay resonancias ni ping metálico y la base se asienta con estabilidad. Lo que más llama la atención al desembalarlo es el equilibrio de tamaño: numpad completo y pantalla arriba a la derecha, pero sin robar sitio al ratón. La pantalla queda discreta hasta que la necesitas; el dial y las G-keys no invaden el área principal y la distribución no requiere curva de aprendizaje rara.
Diseño y formato: 96% “completo” en cuerpo compacto

El layout 96% conserva flechas, bloque de navegación y teclado numérico, además de seis G-keys y un dial multifunción. La estructura de aluminio y la amortiguación interna en cuatro capas le dan una rigidez que se nota al teclear rápido. El peso ronda el kilo, lo justo para que no se mueva al usar el dial o al pulsar las G-keys. La pantalla IPS de 1,9” (320×170) vive en la esquina superior y sirve para widgets, cambios de perfil, control multimedia o simplemente para mostrar una imagen o animación. Conectividad por USB-C con sondeo configurable hasta 8.000 Hz; si prefieres ahorrar recursos, puedes bajarlo a 1.000 Hz sin perder prestaciones importantes.
Switches MGX Hyperdrive: magnéticos, estables y con recorrido a medida

Aquí está el gran cambio frente a un mecánico “de siempre”. Los MGX Hyperdrive son lineales con sensor Hall Effect: no hay contacto físico tradicional, así que puedes ajustar el punto de actuación entre 0,1 y 4,0 mm tecla a tecla. Son prelubricados, con guías que evitan balanceo y una durabilidad declarada de 150 millones de pulsaciones. Permiten doble actuación (dos acciones en un mismo recorrido) y Rapid Trigger, que reinicia la tecla dinámicamente sin tener que soltarla del todo. Para escritura se sienten limpios y consistentes; para juego, esa falta de histéresis y la activación baja dan un control que no tenía en mis lineales convencionales.
Rendimiento en juego: 8.000 Hz, Rapid Trigger y control de SOCD

Con el sondeo a 8 kHz y los MGX en actuación corta, los micro-ajustes de movimiento se vuelven muy repetibles: strafes, contra-strafes y peeks cortos salen iguales una y otra vez. Rapid Trigger permite “tapping” rápido sin rebotes y sin esperar a que la tecla vuelva arriba. Además, el teclado trae FlashTap SOCD: puedes decidir qué hace al pulsar direcciones opuestas (último pulsado, primero pulsado o neutral). Se activa al vuelo y queda indicado con iluminación en WASD. Para shooters, me ha funcionado fijar 0,4–0,8 mm en WASD y subir la actuación del resto para evitar errores al escribir entre partida y partida.
Pantalla, dial y G-keys: utilidad real, no solo adorno

La pantalla IPS sirve para algo más que enseñar un logo: muestra cambio de perfiles, brillo, estado de macros, indicadores al usar el dial o visualizaciones sencillas. Las seis G-keys son discretas y no estorban; el dial llega con funciones preconfiguradas (volumen, brillo, scroll, zoom, control multimedia, cambio de app), todas reasignables.

Hay además un botón para lanzar Virtual Stream Deck: hoy puedes mapear funciones del Stream Deck virtual en G-keys y dial, y Corsair/Elgato han anunciado una integración más profunda para controlar todo desde Stream Deck en una actualización posterior. Si haces directos o automatizas tu flujo de trabajo, es un buen punto de partida sin llenar la mesa de cacharros.
Sonido y sensación al teclear: cuatro capas que hacen su trabajo
Entre la placa, las espumas y la carcasa, el conjunto suena controlado y uniforme, sin ese eco hueco típico de chasis finos. No es un teclado “ultra-thocky” de fábrica, pero sí agradable y consistente para sesiones largas de escritura. Las teclas de PBT (según región) mantienen la textura y la legibilidad con el uso, y las estabilizadas largas no claquean.
Personalización sin instalar nada: Corsair Web Hub
La configuración vive en su Web Hub. Desde ahí ajustas puntos de actuación por tecla, activas Rapid Trigger, configuras doble actuación, decides el comportamiento SOCD, reasignas teclas, creas macros, editas la iluminación por tecla y cambias el comportamiento del dial. Se pueden guardar hasta cinco perfiles en la memoria del teclado para llevarlos a otro equipo sin depender del navegador. Si usas varios ordenadores o no quieres software residente, se agradece mucho.
Compatibilidad y modos

Además de PC, incluye un modo PlayStation pensado para compatibilidad básica, que reduce el sondeo a 1.000 Hz y ajusta el conjunto de teclas aceptadas. Si alguna BIOS se pone difícil, hay un modo BIOS de arranque (125 Hz y 6KRO) para salir de apuros. También puedes hacer un reset de fábrica directamente desde el teclado.
Precio y disponibilidad
El Corsair Vanguard Pro 96 sale hoy 25 de septiembre con un PVP de 229,99€ en Europa. En la caja, cable USB-C trenzado de 1,8 m, perfiles de hardware listos para usar y dos años de garantía. Si te importa el consumo de CPU, puedes dejarlo a 1.000 Hz y activar 8.000 Hz solo cuando vayas a competir o grabar.
Veredicto

Si solo buscas RGB y un lineal clásico, hay alternativas más sencillas. Si lo que quieres es precisión fina para jugar, automatización sin complicarte (G-keys, dial, pantalla) y ajustar el teclado a tu forma de escribir o moverte sin instalar nada, el Vanguard Pro 96 tiene sentido.
El formato 96% mantiene flechas y numpad en un cuerpo compacto; los MGX magnéticos, Rapid Trigger y los 8 kHz dan ventajas claras en control; la pantalla y el dial aportan utilidad diaria; y la amortiguación evita ruidos desagradables. Lo que conviene tener en mente: el hot-swap es para switches magnéticos compatibles (no para cualquier MX que tengas por casa), y la integración total con Stream Deck llegará más adelante.
Con todo, es un teclado muy redondo desde el día uno y, además, con margen para mejorar por software.
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