Así iremos a la playa el verano de covid: por turnos, vigilados y sin mamparas, “eso es ciencia ficción”

Gandia, Torrevieja y Peñíscola. Tres municipios valencianos, uno de cada provincia, que se preparan para la esperada apertura de las playas. Trabajan a conciencia, aunque lo hagan bajo hipótesis, para que tumbarse en la arena sea un momento para disfrutar.

A estas alturas, y siempre con la incógnita de lo que pueda ordenar el BOE, ha quedado completamente descartado que esas figuraciones que corrieron a principio del confinamiento con playas divididas por mamparas vayan a convertirse en realidad. Además, a día de hoy parece estar demostrado que el virus no se queda en la arena y que la brisa marina y el agua de mar hacen de la playa un lugar libre de contagios, siempre que se sigan determinadas normas.

Eso sí, habrá informadores que indicarán cómo se debe ocupar la arena para mantener la distancia social, policía para que nadie tenga la tentación de saltarse las normas y control de aforo,hasta puede ser que haya que establecer turnos. Pero no hay que preocuparse, con un poco de organización todo el mundo tendrá su merecido descanso.

El alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, asegura a LA RAZÓN que en estos momentos trabaja en más de diez variables a la espera de lo que determine el Gobierno. Reclama que, al menos por esta vez, se conceda un tiempo para poder planificar y que no se publique el sábado por la noche en el BOE algo que debe comenzar a aplicarse un lunes.

Explica que el control de aforo es la clave, la separación entre los bañistas mediante señalizaciones, así como el acceso a la playa. Habrá itinerarios de bajada y subida, pero también organización de turnos. “Debe haber rotación. Aquí se dice que los primeros madrugadores son los de las sombrillas. Esto se controlará”. Las app van a jugar un papel muy importante, pero Dolón insiste en que tendrá que contratar más personal para garantizar que se cumplen las normas que finalmente imponga Sanidad y reclama que se dicten cuanto antes.

Torrevieja hará un ensayo cuando entre en la fase 2, será la primera prueba de cómo pueden abrirse las playas a la espera de que se permita la movilidad interprovincial. “Tendremos suficiente capacidad” y como dato positivo apunta a que el rato que se pase en la playa será de mayor calidad porque no tendremos al vecino “pegado a nosotros”.

“Recibiremos a todos los turistas con los brazos abiertos”

El concejal de Turismo de Gandia, Vicent Mascarell, tiene clarísimo que en esta localidad valenciano no se instalarán mamparas. “Eso me parece ciencia ficción". Explica que en la playa, igual que ocurre cuando se camina por la calle, se puede garantizar el respeto de la distancia social. Prevén contar con una “app” para controlar el aforo e insiste en que una de las fortalezas de Gandia es la amplitud de sus playas. “Hace posible garantizar el distanciamiento”.

Habrá más informadores, presencia disuasoria de la Policía y sanciones para el que se salte una ordenanza que ya prohíbe plantar la sombrilla y marcharse a desayunar.

Mascarell asegura que la localidad está “deseosa” de recibir turistas. “Entiendo que nada más se les permita, los madrileños querrán venir a sus segundas residencias para despejarse. Estamos preparados para recibir a todos los visitantes. Los haremos con los brazos abiertos y con todas las medidas de seguridad”.

“No vamos a criminalizar a la gente de Madrid, que bastante desgracia tienen con lo que han pasado” y asegura que solo se produjo un pequeño repunte de visitantes durante la semana previa a Fallas, antes de la declaración del estado de alarma. “Creo en la responsabilidad de los individuos. Si se permite la movilidad entre provincias tenemos playas, servicios, restaurantes y apartamentos suficientes para recibir a turistas de toda España, y del mundo, aunque entendemos que las restricciones en las fronteras será mayor”. Así, confían en salvar la temporada de verano a pesar de que no haya festivales ni eventos masivos. Para tratar de compensar al sector servicios se han impuesto medidas para facilitar su trabajo eliminando tasas y facilitando la ocupación de la vía pública.

En Peñíscola también afrontan la temporada con optimismo e insisten también en la necesidad de que el Ministerio indique cuáles son las normas de obligado cumplimiento. Fuentes municipales apuntan a que lo que ahora eran debilidades, como no tener conexión aérea o por alta velocidad, ahora es una fortaleza porque su turista siempre ha venido en coche.

El millón y medio de metros cuadrados de playa garantiza también que se podrán imponer las medidas que ordene el Ministerio de Sanidad y como Torrevieja, exigen que se determinen cuanto antes. No habrá mamparas, entre otras razones porque dificultarían la limpieza diaria de la playa, pero sí indicaciones, control de aforo y una “brigada de informadores”. La playa se cerrará cuando esté llena porque se debe garantizar el distanciamiento social.

Peñiscola tiene la mitad de las plazas hoteleras de la provincia de Castellón y prevé que a finales de junio puedan comenzar a llegar visitantes de otras provincias. Será entonces cuando abran los hoteles, los comercios y los servicios de restauración porque ahora todavía están a medio gas. Mientras llegan los turistas, ya se ha preparado un servicio de visitas guiadas a través del móvil para evitar que se formen grupos. “La seguridad se debe notar, pero sin que parezca extraño”.