«Lo de ‘la unión hace la fuerza’ tiene ahora más sentido que nunca»

Sylvia Herrero es periodista y se le nota a raudales. Toda ella es expresividad, creatividad y lucidez. Fruto de estas cualidades nació, de manera casual, la trilogía de Santa Manuela(Ed. Planeta) que ahora presenta. «Cómo casarse en Santa Manuela», «Londres te espera» y «Tienes una cita», son las tres novelas que describen las vidas de un grupo de amigos de toda la vida en un pueblo imaginario situado en el pirineo oscense y bautizado con el nombre de Santa Manuela de Val. Parece que sus vidas sean tranquilas, pero detrás de cada uno de ellos se esconden pasiones, secretos y sueños escondidos.

-¿Cómo nace la historia de esta trilogía?

-En un principio no eran tres libros. La idea surgió cuando en junio de 2015 me enviaron a cubrir el desbordamiento del río Ara, que dejó incomunicada durante días la localidad de Benasque. Estábamos todos los medios de comunicación apiñados con la carretera cortada. Mientras estaba allí esperando para entrar en el programa, miraba hacia el pueblo, veía luces en las ventanas, y pensé, «realmente a esta gente, ¿cómo les habrá parado esto la vida, qué planes tendrían? Igual mañana se iban de viaje...». Empecé a tomar notas y aquella noche ya se quedó dibujada una parte de la primera novela. Luego empecé a escribir, tenía muchos personajes y tramas, que fueron saltando al segundo libro y al tercero.

-Más allá de esta visita, describe la zona con mucha nitidez, ¿ha estado más veces allí?

-He ido mucho. Por turismo y por trabajo. Cuando grabas es cuando te puedes acercar a la gente, y las mejores conversaciones siempre son las que surgen cuando apagas la cámara y te sacan el café. Santa Manuela sale mucho de esas conversaciones de después. En esos pueblos hay extranjeros mayores, y te paras a hablar un día con ellos y te cuentan historias fascinantes. Me apetecía muchísimo reflejar ese tipo de personajes. Y luego están los chavales, que salen del pueblo pero vuelven todos. Empiezan a trabajar en el turismo, pero muchos cuidan de sus vacas por la tarde. Combinan lo uno y lo otro, y viven muy bien. Es gente con cultura, preparada, que tiene estudios. Son de los que luchan por volver.

-El espíritu de la «gente de pueblo» queda también muy bien reflejado.

-Tengo dos pueblos, el de mi madre, en Zaragoza, y el de mi padre en Soria. En los pueblos, por un lado, la gente se preocupa muchísimo por ti, pero por otro lado te piden cuentas de todo (bromea). Lo he querido reflejar. En el segundo libro ya pasamos al tema de los secretos, que es otro gran tema en los pueblos. Hay mucha gente de la que está en los pueblos, el viejecito calmado y sonriente, que está en la puerta de casa sentado viendo pasar a la gente y luego resulta que han tenido vidas fascinantes.

-En las tres novelas se hace mucha referencia a la importancia de la unión entre las personas, de apoyarse unos a otros, ¿cree que en momentos como los que estamos viviendo es ahora más importante que nunca ese valor?

-Por supuesto, y desde luego en la zona en la que está ubicada la novela es lo que les ha hecho sobrevivir, es una zona en la que durante siglos de octubre a abril estaban incomunicados en las montañas, realmente esta gente o se unía o estaban muertos. Y en estos tiempos que nos ha tocado vivir, lo de «la unión hace la fuerza» tiene más sentido que nunca, solo vas a pocos sitios, los países tienden a unirse en un momento dado.

-Los personajes tienen una relación entre ellos que va más allá de la amistad, son como familia, ¿cree que con el paso de los años la amistad puede estar incluso por encima de la familia? ¿Aquello de que los amigos son la familia que eliges ?

-Es que en los pueblos tú no eliges a tus amigos porque tengais intereses en común, sino porque son los que te tocan. Pero es que te une la relación que tienes con ellos de toda la vida, y la de dos mil generaciones, porque es que eres familia de todos. Es una relación como de familia, y la gente responde como si fuera familia.

-¿Visualiza la trilogía en una ‘minserie’?

-Es muy pronto, pero es verdad que es muy seriable, porque hay un millón de personajes. Podría tener su propia serie. Y en el Pirineo seguro que están encantados de que vayan a rodar (bromea).