Educación

La rutina covid, cómo ayudar a los niños a vivir la nueva normalidad

Juegos con mascarillas de quita y pon para reconocer el rostro de sus amigos y profesores, decálogos de buenas prácticas y enseñar que los ojos también sonríen

El necesario uso de las mascarillas marca importantes limitaciones, sobre todo para los más pequeños que se guían por las expresiones de la cara
El necesario uso de las mascarillas marca importantes limitaciones, sobre todo para los más pequeños que se guían por las expresiones de la caraCristina BejaranoLa Razón

La adaptación al primer curso escolar de la pandemia puede ser más larga. Seis meses sin estar en un aula, sin estar con sus compañeros, incluso para muchos sin separarse de sus padres.

La vuelta viene además marcada por una serie de obligaciones sanitarias que obligan a los niños a seguir nuevas normas de comportamiento. ¿Cómo pueden ayudar las familias?

La pedagoga Aroa Carrasco da algunas claves para que este proceso sea más llevadero. En primer lugar pide que se practique la aceptación. «Habrá experiencias y vivencias a nivel educativo que se van a perder y no podrán se compensadas ni por padres ni por profesores».

El necesario uso de la mascarilla marca importantes limitaciones sobre todo a los más pequeños, que se guían por las expresiones de la cara. «Podemos hacer juegos en casa para que aprender a reconocer las expresiones con la parte del rostro que no va tapado», apunta Carrasco, experta en educación y desarrollo de los niños de cero a seis años. La frente, los ojos o las cejas también expresan emociones, «los niños y las niñas pueden aprender a interpretarlo».

Sugiere también que se pida al docente una foto para que el niño vea su cara. «Luego le pegaremos una mascarilla para que se familiarice. Lo mismo podemos hacer con los compañeros de clase».

El juego debe servir también para que asuman las normas sanitarias. «Podemos realizar guiones y decálogos de buenas prácticas y ensayarlas» y buscar mascarillas que les atraigan, de sus colores preferidos o de sus ídolos televisivos para que les guste usarlas.

Hablar y escuchar

Carrasco indica que se hable con los niños o delante de ellos en términos de cautela y precaución, «hay que evitar una visión catastrofista». Especialmente en esta situación es importante mantener conversaciones sobre los miedos, que pueden haber nacido a raíz de esta crisis sanitaria. «Algunos podrían reaparecer con la vuelta a las aulas. Debemos comprenderlos, acompañarlos y darles seguridad».

Recomienda buscar asesoramiento psicopedagógico en los casos en los que los padres no conozcan las técnicas de intervención o requieran de orientación para la gestión de esos miedos. «Puede aparecer el miedo a la muerte, tanto de ellos mismos, como de personas conocidas o desconocidas».

Carrasco advierte de que hay que estar pendientes de los signos de alarma y observar si se producen cambios en su conducta. Para lograrlo, recuerda que, en la medida de las posibilidades de cada familia, hay que intentar que los padres pasen las tardes con sus hijos. «Deben organizarse actividades al aire libre y de actividad física y compensar de alguna manera con tiempo de calidad esta nueva normalidad».