LGTBI

El condenado por ocultar a su mujer su orientación sexual recurrirá a la Audiencia

Considera que su sentencia es “moral” y que “esto no puede suceder en democracia”

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Fachada de la Ciudad de la Justicia de ValenciaEnrique PalomaresEuropa Press

El abogado valenciano Javier Vilalta, recientemente condenado a indemnizar con 3.000 euros a su exmujer por ocultar su bisexualidad durante los años que duró el noviazgo y matrimonio, considera que se trata de una “sentencia moral” y que “esto no puede suceder en un país democrático”.

Vilalta señala que recurrirá la sentencia ante la Audiencia Provincial y que no da crédito a lo sucedido.

“La idea es ir más allá del recurso, hacer una denuncia pública e instar a que se acelere la Ley LGTBI y que se derogue el artículo que ha dado pie a este proceso (el 73 del Código Civil), una treta del derecho, un anacronismo que era utilizado cuando no existía el divorcio y que, lamentablemente, sigue afectando a muchas personas en democracia”, ha explicado este abogado.

La sentencia del juzgado de primera instancia número 9 de Valencia, emitida este lunes, obliga a Vilalta a pagar mil euros a su exmujer por cada año de matrimonio y declara la nulidad del enlace.

El texto concluye que el condenado confesó su orientación sexual a su expareja cinco años después de su separación tras participar en un curso de autoconocimiento sexual y relaciones.

Sin embargo, tres años después, en 2019, la mujer se enteró en una cena con amigos de que su exmarido había tenido relaciones homosexuales antes, durante y después de su matrimonio.

La jueza considera que el acusado ocultó a la que iba a ser su esposa “una cualidad personal esencial”, pero añade que eso no prueba que lo hiciera con “la mala fe que se le imputa para enmascarar su homosexualidad”, ni que contrajera matrimonio como mera pantalla social.

“El divorcio fue de mutuo acuerdo, pero diez años después se viene a cuestionar mi capacidad de obrar o de amar, es inaudito. En un proceso de divorcio puedes haber hecho lo que te dé la gana y nunca hay una indemnización por daños morales. Esta es una sentencia discriminatoria, sobre todo porque se refiere a mi adolescencia, a mi juventud”.

“He tenido relaciones plenamente satisfactorias con mujeres antes y después de mi matrimonio -actualmente tiene un hombre como pareja-”, añade Vilalta, quien explica que fue él quien informó a su exmujer sobre su orientación sexual.

El procedimiento que ha llevado a que Vilalta tenga la sensación de que se somete a juicio su libertad sexual tiene su origen en el Código Civil, que contempla la posibilidad de nulidad cuando el consentimiento para el matrimonio se produce desde el error o el engaño de una de las partes.