Benidorm, la ciudad de la que todo el mundo habla tras el impacto económico y social del Benidorm Fest

El impacto económico y social del Benidorm Fest en la ciudad alicantina es innegable. Absolutamente todo lo que ha ocurrido durante la última semana en la ciudad de los rascacielos ha tenido relación directa o indirectamente con el festival de música más importante del país. Todo un sello de la Comunidad Valenciana que se ha erigido como uno de los eventos más seguidos por todos los “eurofans”, en especial porque de este festival sale elegido el representante de España en Eurovisión. Benidorm, ciudad clave en el turismo desestacionalizado, con más de 67.500 habitantes censados, vive estos días otro agosto al incrementar su ocupación hotelera y doblar la atención en sus comercios y restaurantes.

La Asociación empresarial hotelera y turística de la Comunidad Valenciana, Hosbec, detalla que el Benidorm Fest ha impulsado una ocupación hotelera de la segunda quincena de enero que supera ya el 85 por ciento de media en la ciudad. En concreto, este fin de semana en el que se ha celebrado la final, la previsión osciló entre un 80 por ciento de media para los hoteles de 3 estrellas, siendo muy superior en los de 4 y 5 estrellas, con una ocupación de hasta el 95 por ciento.

Para Hosteltur, no obstante, la cifra no es suficiente, ya que el retorno económico previsto es de 13 millones de euros, pero tiene más impacto el “fuerte repunte” del turismo belga y holandés, debido a la Copa del Mundo de Ciclocross que hizo repuntar la segunda quincena del mes de enero.

Más allá de los datos, la ciudad está viviendo todo un acontecimiento en el que se ha visto implicada gran parte de la población. Muchos son los vecinos que celebran que su ciudad sea la sede de un espectáculo de esta magnitud, y aplauden que cada vez más público joven pueda descubrir la gran oferta turística que ofrece un destino mediterráneo como Benidorm.

Las vistas del Mirador del Castillo ofrecen una inigualable panorámica que recorre los seis kilómetros de playa con los que cuenta la ciudad, y dibuja un horizonte azul idílico que embriaga a quien lo visita. Al igual que el paseo marítimo, repleto estos días de gente que degusta la gastronomía mediterránea con un clima soleado poco habitual en el resto de España.

“Por la noche, lo que más se llenan son los restaurantes del centro y del paseo marítimo”, explica Julia, propietaria de un local de copas. De hecho, asegura que son menos los clientes que salen a tomar algo tras cenar porque los eventos del Benidorm se celebran hasta la medianoche y los turistas “acaban cansados”. También influye, no obstante, la bajada de las temperaturas, que por la noche se agudiza la sensación térmica de frío dada la cercanía al mar.

Teresa, una vecina de la localidad, asegura estar encantada de la acogida que tiene la ciudad. Tras hacer su compra en el supermercado, insiste en que Benidorm ha sido siempre una ciudad acogedora, en la que son bienvenidos todos los amantes del sol y la playa. E incide en la importancia de llegar a un público joven. “Benidorm es para todos”.

Lo que está claro es que la Costa Blanca ha elevado la categoría de Benidorm a uno de los enclaves más importantes para el turismo de la Comunidad Valenciana, y la continuidad en el tiempo de este festival parece estar cada vez más claro, tras convertirse en uno de los eventos más seguidos de los últimos años.