Medio Ambiente
Los jurados de los Jaume I piden a la Unesco que la Albufera sea Reserva de la Biosfera
El "escepticismo científico" puede ser "peligroso" para el progreso, afirman dos Nobel
La petición a la Unesco del reconocimiento de la Albufera de Valencia como 'Reserva de la Biosfera' ha recibido este lunes el apoyo unánime de los jurados de la trigésimo sexta edición de los Premios Rei Jaume I, entre ellos veinte premios Nobel, que han subrayado que los espacios naturales son "fundamentales" para conservar la biodiversidad.
Ha sido durante un acto celebrado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de València, donde el jurado de los premios ha respaldado la petición liderada por el Ayuntamiento de València, y apoyada por la Generalitat, para que el Parque Natural sea reconocido dentro de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera.
El objetivo de la iniciativa es ampliar la figura de protección sobre este espacio natural que le permita conservar la diversidad biológica y ofrecer medios de subsistencia sostenible a las comunidades locales.
En relación a la Albufera, el premio Nobel Jack Szostak (Medicina 2009) ha subrayado en una rueda de prensa previa al acto que los espacios naturales son "fundamentales" para conservar la biodiverdad porque muchas especies se están extinguiendo por causa de los humanos. "Es fantástico tener un lugar como este para luchar contra dichos problemas", ha indicado.
También David MacMillan (Nobel de Química en 2021) ha destacado que la biodiversidad es "muy importante" y ha recordado que hace poco estuvo en Brasil, donde hay "una preocupación muy importante sobre la biodiversidad" y en la conservación de la Amazonia. "Desde el punto de vista biológico y médico, no sería prudente si destruimos la diversidad, que forma parte de donde vamos a aprender ciencia", ha subrayado.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha participado esta mañana en el acto de apoyo de los jurados de los Premios Rei Jaume I a la petición de la Unesco de la denominación de l'Albufera como Reserva de la Biosfera, que se ha celebrado en el Auditorio Santiago Grisolía en el Museo Príncipe Felipe.
Durante su intervención, la alcaldesa ha agradecido a los 20 Nobel, jurado de los Premios Jaume I, su apoyo a la iniciativa que ha impulsado el Ayuntamiento de Valencia para que la Albufera obtenga este máximo reconocimiento: “Su decisión de apoyar esta declaración no solo fortalece nuestros esfuerzos, sino que también envía un poderoso mensaje sobre la importancia de proteger nuestros ecosistemas más preciados. Es un apoyo histórico”.
Asimismo, ha querido agradecer la sensibilidad del presidente de la Fundación Jaume I, Vicente Boluda, y del presidente ejecutivo, Javier Quesada, ante esta cuestión: “Les pedí que la Fundación Jaume I se unieran a este proyecto y “por primera vez la Albufera, como máximo exponente del conjunto de espacios verdes de nuestra ciudad, se sitúa como un tema central en la agenda de los Premios.”
Un paso más hacia la declaración de Reserva de la Biosfera
La alcaldesa ha subrayado que “hoy damos un paso más para conseguir uno de los principales objetivos que nos hemos marcados como Capital Verde Europea. La declaración de la Albufera como Reserva de la Biosfera es importante, ya que supone ampliar la protección del espacio natural de manera armónica con el desarrollo económico y social de su entorno.”
En este sentido, ha señalado que “la sostenibilidad y la economía son un binomio clave para ganar el futuro, y la ciencia es la forma en la que se dan la mano”.
Y en este marco, María José Catalá ha recordado que el Ayuntamiento está trabajando en dos iniciativas “muy importantes”. Por un lado, un estudio sobre la capacidad de los humedales, y en concreto la Albufera, para absorber carbono y reducir emisiones; y, por otro lado, un catálogo de actuaciones focalizadas en la huerta y la Albufera para que las empresas valencianas puedan compensar su huella de carbono.
“Inversiones relacionadas con la Capitalidad Verde, pero que perdurarán en el tiempo, porque tenemos la suerte de contar con un tejido empresarial comprometido que es nuestro mayor aliado en este camino.”
“Hoy el jurado de los Premios Jaume I se une a la conjura del conjunto de la sociedad valenciana por el futuro de Valencia, pero también una oportunidad para Europa, el área Mediterránea y, en última instancia, para el mundo”, ha resaltado María José Catalá, quien ha calificado el día de hoy de “momento histórico”.
“Que una veintena de premios Nobel que vienen a València avalen la voluntad política y social de defender este parque natural y defiendan la necesidad de la implicación de las administraciones para mejorar su aporte hídrico y declarar este espacio reserva de la biosfera y mejorar de todo el entorno es muy importante, un hecho histórico y un paso adelante en nuestra lucha de defender La Albuera y de reivindicar que el gobierno cumpla con sus compromisos”, ha reitarado la alcaldesa.
Escepticismo peligroso
Por su parte, los premios Nobel Jack Szostak (Medicina 2009) y David MacMillan (Química 2021) han coincidido este lunes en destacar que el "escepticismo científico" puede ser "peligroso" para el avance y el progreso, y han lamentado que a causa de los conflictos entre naciones se esté perdiendo "el intercambio de ideas y que la ciencia sea un esfuerzo internacional".
Ambos, que participan por primera vez como Jurados de los Premios Rei Jaume I, que en su trigesimo sexta edición reúne a veinte premios Nobel, han destacado la importancia que tienen estos galardones porque "animar a alguien que ha hecho cosas extraordinarias está bien, es otra forma de divulgar los avances de ciencia" y de "valorar la investigación".
A juicio de Jack Szostak, las situaciones geopolíticas "ciertamente tienen un efecto sobre el intercambio de ideas", y señala que cuando empezó la carrera científica "se aceptaba universalmente que la ciencia era un esfuerzo internacional y que todo el mundo intercambiaba información como valor fundamental".
"De alguna manera esto se está derrumbando a causa de los conflictos entre naciones, a causa de la propiedad intelectual, el uso militar de la tecnología científica, como la inteligencia artificial, o también los avances médicos porque la gente tiene miedo de colaborar porque hay cuestiones relativas a la propiedad intelectual", ha dicho.
Según Szostak, "es angustioso saber que no tenemos este consenso sobre el hecho de compartir información como lo teníamos antes".
David MacMillan ha considerado que la diversidad del pensamiento es lo que tiene un efecto aditivo y sinérgico, pero "cuando interviene la política, que impide que los seres humanos se comuniquen, hablen de la ciencia, cuestionen lo que sabemos y pensemos en el futuro, tenemos un problema tremendo".
Esto "está sucediendo en todo el mundo, y en Florida hay siete condados que impiden la contratación de determinados científicos. Eso es absurdo", ha dicho MacMillan, quien también ha lamentado la "política del escepticismo científico. Hemos visto a políticos crearla y eso es uno de los mayores problemas con los que se enfrenta la ciencia y los científicos", ha precisado.
"Si empezamos a alejarnos de la creencia en el conocimiento nos encontramos en un punto en el que nunca habíamos estado y que es extremadamente peligroso para el avance y el progreso a partir de donde estamos como especie", ha agregado.
El nivel de la ciencia en España
Preguntados por el nivel de la ciencia en España, David MacMillan ha asegurado que en el campo de la química es uno de los "líderes mundiales. Hay gente fantástica e impresionante en España, hay muchas empresas farmacéuticas y es un campo creciente. Veo personas que se esfuerzan por el futuro del planeta", ha subrayado.
Jack Szostak también ha destacado el alto nivel científico en la sanidad pública en España, algo que "en nuestros países no está suficientemente apoyado".
Respecto a la escasa presencia de las mujeres en la ciencia, Szostak ha indicado que es un "problema difícil" porque se tarda mucho tiempo, y ha animado a las mujeres a que participen en las carreras científicas a largo plazo y, para ello, ha dicho, es importante "tener modelos personales".
A su juicio esto supone "cambios en el sistema educativo, científico y de promoción y de atención a la maternidad".
David MacMillan ha señalado que hay pocas culturas en los que este tema se haya abordado adecuadamente y se necesitan "científicas fantásticas" y reconocerlas más rápidamente, aunque hay una cuestión sistémica y cultural "que hay trabajar".
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