Agricultura

La citricultura valenciana, ante un reto mayúsculo: en una década ha caído un 50% el consumo de naranjas

El sector debate sus retos como el minifundismo, el relevo generacional, el uso de fitosanitarios y la competencia extranjera

Los cítricos valencianos, ante un reto mayúsculo: en once años ha caído un 50% el consumo de naranjas
Los cítricos valencianos, ante un reto mayúsculo: en once años ha caído un 50% el consumo de naranjasDavid Soler CrespoLa Razón

La temporada de los cítricos valencianos ya ha comenzado. Las naranjas, mandarinas, limones y pomelos abarcan ya parte de las estanterías. Ahora, si vas al supermercado ahora o en enero, es posible que encuentres una naranja que se llama Valencia. Naranja Valencia. Eso sí, más abajo, en letra pequeña, te indica el origen: Sudáfrica. «Lo que se ve es que pone Valencia y la gente cree que es de aquí», lamenta Cristobal Aguado, presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (Ava-Asaja). Las palabras las pronunció en el Foro Cítricos Bayer 2025, evento que la asociación agraria organizó el pasado miércoles junto a la farmacéutica Bayer, líder en fitosanitarios citrícolas, para hablar de los retos del sector.

Aguado puso de ejemplo a este país para hablar de la competencia desleal de terceros países y cómo se debilita el mercado local. «Sudáfrica ha ampliado calendario. En clementinas tempranas nos ha desplazado del mercado. Ha aumentado en 150.000 toneladas y nosotros hemos perdido justo esa cantidad», criticó, por lo que alegó que las importaciones «no han venido a complementar nuestro mercado, sino a sustituirnos». El presidente de la asociación agraria ha tildado de «locura» algunos de los acuerdos con terceros países como Sudáfrica, Brasil, Egipto o Marruecos porque «no estamos favoreciendo de ninguna manera la producción europea» y aunque «nos seguimos creyendo lo reyes, el sector agrario europeo está en decadencia». En ese sentido exigen las mismas medidas fitosanitarias y un mayor control sobre acuerdos como el transporte en frío para evitar la entrada de plagas como la falsa polilla o el cotonet.

En ese sentido, criticó al Gobierno por no atender los reclamos del sector: «En ocho años, ninguna organización agraria de España se ha reunido en el Ministerio de Transición Ecológica, esto no ocurre en ningún otro país europeo», afirmó, algo que compartió María Àngels Ramón-Llin, directora general de Producción Agrícola y Ganadera de la Conselleria de Agricultura, que dijo que «el Ministerio de Agricultura ha sido más restrictivo que nuestros vecinos europeos» y afirmó que desde la administración autonómica «seguiremos insistiendo ante el Ministerio para que permita alternativas sostenibles como el control biológico de la mosca blanca».

Mireia Martínez, delegada comercial de Bayer en Valencia, afirmó en que en su empresa dirigen «estrategias con productos biotecnológicos, pero nunca los concebimos como un arma sola, tenemos que complementarlo con productos biológicos que aunque no nos dan la eficacia de los químicos anteriormente, nos permiten subir la eficacia».

En esa línea, Antonio Pascual, ingeniero agrónomo y empresario citrícola aseguró que «las plagas nos llegan más rápido en barco que por el cambio climático» y ha aducido a las restricciones para tratas esas plagas como un causante del aumento del coste y baja producción. «Antes teníamos una caja de herramientas con destornillador y martillo, ahora solo nos queda el martillo. Nos faltan herramientas. No se trata de separar entre productos químicos y biológicos, hacen falta todos», dijo.

En esa línea, Andreu Román, director de producción del grupo Cañamás Hermanos, añadió que «el exceso de burocracia hace todo complicado y cada vez hay un mayor control de grandes compradores europeos».

Aguado anunció que «si nada cambia», los agricultores valencianos tiene planteado acudir a la huelga agrícola convocada el próximo 18 de diciembre en Bruselas frente al Consejo Europeo donde estarán los 27 jefes de Estado y Gobierno de la UE.

Los retos, en datos

  • Las parcelas de cítricos son las que más se han abandonado, en total unas 36.000 hectáreas desde 2002, un 20% de la producción regional
  • En 11 años ha caído un 50% el consumo de naranjas y un 20% el de mandarinas.
  • La edad media de agricultores es de 64 años, la más alta de España, y además la Comunitat Valenciana es la segunda región tras Canarias con menos relevo generacional

Hace rentable el relevo

Uno de los grandes retos que adujeron los ponentes es el abandono de tierras ante la poca sostenibilidad económica y la baja tasa de relevo generacional. Aguado aseguró que la Comunitat Valenciana es la segunda tras Canarias con menor relevo generacional, un hecho que adujo a la sostenibilidad financiera: «Con números rojos no tendremos un campo verde», afirmó.

En esa línea, Ana García, ingeniera agrónoma y directora de la finca experimental Sinyent de Ava-Asaja, dijo que «si no tienes rentabilidad, no va a ser atractivo el sector para el resto de generaciones». Por eso incidió en la necesidad de que «la ciencia e innovación nos acompañe en este proceso». Para ello, Román afirmó que es clave «un apoyo para que esas innovaciones no salgan solo del bolsillo del agricultor».

El presidente de Ava-Asaja insistió en la necesidad de «investigación para que nuestros vegetales y plantas se adapten al cambio climático porque unos pocos grados arriba o abajo tienen una gran influencia».

Ahora, más allá de los retos comerciales, fitosanitarios o de personal, uno de los más importantes es poner en valor los cítricos valencianos. «España es el sexto productor mundial y el primer exportador mundial de cítricos», afirmó Aguado, que puso en valor que la la Comunitat Valenciana es la primera región productora y exportadora a nivel nacional de cítricos. En esa línea, Pascual incidió en no «caer en el victimismo»: «Somos la mejor citricultura del mundo con diferencia y tenemos a la gente más preparada», finalizó.