Cambio climático

La Comunidad Valenciana dice adiós al veranillo en otoño el próximo jueves

Octubre y noviembre han sido los meses más secos de los últimos 30 años y con unas temperaturas impropias de estas fechas

La playa urbana del Postiguet en Alicante en una imagen del mes de octubre, repleta de personas en el mar y en la arena
La playa urbana del Postiguet en Alicante en una imagen del mes de octubre, repleta de personas en el mar y en la arenaAgencia EFE

Calor, sol y bañistas en las playas de la Comunidad Valenciana es la estampa de un otoño con temperaturas veraniegas, y sin lluvias. «Estamos teniendo uno de los otoños más secos de los últimos 30 años, con un octubre en que apenas ha llovido y un noviembre que va por la misma línea. Un tiempo con temperaturas impropias del otoño favorece a unos y perjudica a otros», explica Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante (UA) y director del Laboratorio de Climatología de esa universidad.

El responsable de que los termómetros se hayan disparado en Alicante hasta los 27 y 28 grados, y los 30 en Valencia el pasado día 14, es el viento de poniente. Pero, a partir del jueves, bajarán las temperaturas, dando paso a un tiempo más invernal y más acorde con estas fechas.

«Las temperaturas descenderán sobre todo en el interior de la Comunidad a partir del jueves, y esto es así porque entrará un masa de aire frío que procede de Europa», comenta Olcina. Teniendo en cuenta que ya es casi final de noviembre y algunas ciudades de la Comunidad, como Alicante, ya están vestidas de Navidad, el calor es sorprendente.

El turismo gana

Un clima tan benévolo, sin duda, favorece al turismo en nuestra Comunidad Valenciana, porque, agrega Olcina, se prolonga la temporada de verano. «De hecho, tenemos fines de semanas con las playas que siguen llenándose de bañistas», indica.

Por el contrario, la falta de lluvias y el calor excesivo para los meses de octubre y noviembre perjudica al sector agrícola de la Comunidad Valenciana, dado que, las altas temperaturas alteran los ciclos naturales de las cosechas.

«El calor altera los ciclos vegetales y no se está pudiendo cosechar algunas verduras y hortalizas, no tanto por el calor, sino por la falta de agua. No está lloviendo, el suelo está reseco y se está retrasando el cultivo de algunas hortalizas y cereales; la sequía sí es algo preocupante», indica.

Las gotas frías, en septiembre

Otro de los efectos del cambio climático, según los estudios del Laboratorio de Climatología de la UA, es que «las gotas frías o DANA de octubre o noviembre ahora se adelantan a septiembre y llevan varios años registrándose en septiembre, como la DANA de la Vega Baja -comarca del sur de Alicante- que fue en septiembre».

«Este año ha habido tormentas en septiembre y en octubre, en cambio en noviembre no ha llovido; es decir se está alterando la estacionalidad de esas precipitaciones abundantes que caían en la Comunidad Valenciana», añade Olcina.

Respecto a la temperatura del mar en otoño, Olcina aclara que «no está muy caliente porque el viento de poniente enfría el mar". En concreto, hace que la capa superficial del mar se desplace hacía el interior del propio mar, por lo que sube agua fría del fondo hasta la superficie.

"La temperatura del mar frente a la costa de Alicante y Valencia es ahora de 15 y 16 grados por el viento de poniente», agrega.

Hay que recordar que sobre una superficie marítima cálida reposan masas de aire también cálidas y muy húmedas. Si estas masas de aire se desplazan por una borrasca en superficie, pueden servir de combustible para las precipitaciones intensas.

«El mar, por tanto, no es un factor de riesgo ahora para una DANA porque está más fresco de lo que debería», matiza Olcina.

De una u otra forma, sí parece que la Comunidad dice adiós al veranillo a partir del jueves por la llegada de un frente atlántico; de esta forma, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las temperatuaras dejarán de estar entre 5 y 10 grados por encima de lo normal.