
DANA Comunitat Valenciana
Los desguaces de Valencia aseguran tener capacidad para asumir los coches dañados por la DANA
La Asociación de Desguaces de la Comunitat desmiente el bulo de que se estén llevando vehículos indebidamente

Alrededor de 120.000 vehículos han resultado dañados por la DANA, una cifra que probablemente variará. Y aunque no todos ellos deberán ser retirados de la circulación, sí que es cierto que la inmensa mayoría deberán ser convenientemente reciclados y achatarrados, dada la magnitud de la tragedia y los destrozos que originó en el parque móvil de la zonas afectadas.
Desde la Asociación de Desguaces de la Comunitat Valenciana, su director técnico, Pere Anrubia, ha explicado a LA RAZÓN que sus asociados (que reúnen al rededor del 77 por ciento de la capacidad autorizada de reciclaje de vehículos), están perfectamente preparados para absorber la llegada de estos coches cuando finalmente la Dirección General de Tráfico los dé de baja por siniestro total, algo que de momento, todavía no ha pasado.
Anrubia hace hincapié en que para que un desguace pueda hacerse cargo de un coche, éste debe estar siniestrado, peritado y anotado como siniestro total en la Dirección General de Tráfico. Es en ese momento cuando un centro autorizado de tratamiento de vehículos (CAT) puede hacerse cargo del mismo, siempre y cuando su propietario así lo decida.
De este modo, desmiente el enésimo bulo generado por la catástrofe y es el de que los desguaces están llevándose coches para achatarrar sin hacer ningún tipo de trámite. Esto, ni es cierto, ni puede serlo, y como explica Anrubia, los CAT sacan rendimiento de la descontaminación y el reciclaje de las piezas que vuelven al mercado potenciando una economía circular. El de la chatarra no es el factor más lucrativo de su negocio.
Además, en estas circunstancias, los coches de las DANA «valen» menos ya que, lógicamente, van a ser menos la piezas que se van a poder reaprovechar.
Así, los sistemas electrónicos y eléctricos que suelen ser muy costosos, son los que más sufren con el agua y la mayoría de estos coches han estado sumergidos o flotando, por lo que su electrónica no será aprovechable. Tampoco lo será, muy posiblemente, sus guarnecidos, tapicerías y asientos, ni buena parte de su mecánica.
Además, la descontaminación y posterior reciclaje de un coche cubierto e inundado de barro, es mucho más costosa que la de un coche averiado o accidentado.
Anrubia también hace hincapié en el peligro que supone tener miles de coches acumulados en campas, y en muchos casos con sus propietarios buscando su vehículo entre montañas de chatarra. No solo se puede producir un accidente, sino que además, algunos líquidos son especialmente peligrosos y contaminantes, como es el líquido de frenos, y se pueden derramar en terrenos, que en muchos casos son de tierra húmeda. También hay otras piezas que por sí mismas son peligrosas, como los «airbags» que se activan mediante un mecanismo pirotécnico y que pueden estallar si se manipulan indebidamente.
Por ello, desde la Asociación de Desguaces de la Comunitat Valenciana no se descarta que el Gobierno de la nación dicte un decreto por el que los vehículos queden desafectados y considerados como residuos municipales, sobre todo aquellos que sean «abandonados» por sus dueños al ver su estado. De este modo, serán los ayuntamientos los que organicen lotes de vehículos para llevarlos a los desguaces más próximos.
Lejos de lo que se puede llegar a pensar, la «superpoblación» de coches para achatarrar no va a ser un negocio especialmente interesante para los desguaces, ya que tal y como explica Anrubia, «después del atracón, vamos a tener un periodo de meses o de años en los que va a descender el flujo habitual de coches que es el que nos alimenta y habrá una escasez de piezas de segunda mano». Todos los coches que iban a abastecer a los desguaces en los próximos años van a ser descontaminados y achatarrados de golpe.
De momento, explican que las bajas definitivas de vehículos no han repuntado, solo se están pidiendo bajas temporales a la espera de que los peritos informen sobre el estado de los vehículos y los propietarios tomen una decisión al respecto, que solo a ellos compete.
Pero el atasco en las tramitaciones es importante y miles de vehículos aguardan en sitios inadecuados.
Desde la Asociación de desguaces recalcan que es el propietario del coche el que finalmente decide achatarrar el vehículo. Y que incluso un coche declarado siniestro total puede ser reparado y volver a circular siempre y cuando pase una ITV preceptiva. Otra cosa distinta es la viabilidad económica de esta medida. No es lo mismo hablar de un utilitario con diez años que de un vehículo clásico de altísimo valor.
Respecto a los vehículos eléctricos, hasta ahora su presencia en los desguaces es prácticamente testimonial, y aunque sí que hay aspectos que hacen más complejo su reciclaje, los desguaces están perfectamente preparados y cumplen con el protocolo necesario.
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