Historia

El histórico castillo español que fue destruido por un rayo durante la Guerra de Sucesión

A pesar de que su existencia se remonta a la época de los visigodos, fue una tormenta la que acabó con esta fortaleza

Imagen del Convento de Santo Domingo, otro de los históricos monumentos de Orihuela
Imagen del Convento de Santo Domingo, otro de los históricos monumentos de OrihuelaLa Razón

El histórico castillo de la localidad alicantina de Orihuela, o lo que queda de él, puede presumir de ser una de las fortalezas más legendarias de todo nuestro país. Existen datos de su existencia en la época de los visigodos, durante el siglo I después de Cristo. Sin embargo, y a pesar de las muchas calamidades que atravesó, el destino quiso que fuera un rayo el que acabara con esta espectacular construcción que sirvió durante siglos de refugio militar.

En realidad fue un rayo combinado con los kilos de pólvora que se guardaban en el fortín. Durante la Guerra de Sucesión española, uno de los mayores enfrentamientos entre los partidatios de Felipe de Borbón y Carlos de Habsburgo se produjo en esta localidad alicantina. Para protegerse frente a los austracistas, los partidarios de los Borbones subieron numerosos cargamentos de pólvora y provisiones al castillo. Igualmente una numerosa guarnición de soldados quedó aquí establecida de forma fija.

Sin embargo, en la tarde del 28 de mayo de 1707 no fue un ataque militar lo que se cernió sobre el Castillo sino… un rayo. La casualidad quiso que alcanzara justo el polvorín de la fortaleza, lo cual provocó una explosión tan descomunal que 93 soldados resultaron muertos.

Del mismo modo varias tormentas a lo largo del mismo siglo y, finalmente, el terremoto de 1829, causaron daños irrecuperables en los restos que aún quedaban de la fortificación.

A pesar de haber sido declarado como Ruinas Históricas el 3 de junio de 1931, y de estar amparado por el Plan Especial de Protección del Casco Histórico de Orihuela, su degradación es continua, debido al paso del tiempo.

De esta fortaleza dijo el cronista Jerónimo Zurita (en el siglo XVI) que era llave y defensa de todo el reino de Valencia. Asimismo, el Canciller Ayala dijo que era uno de los castillos más fuertes y hermosos. Su fama de inexpugnabilidad vino consolidada durante la llamada Guerra de los Dos Pedros, en el s. XIV, al hacer falta doce años de asedio para poder tomarlo, existiendo crónicas que narran que la rendición del castillo vino dada no por asalto, sino por la falta de alimentos de los moradores (que incluso, dicen, tuvieron que recurrir al canibalismo).