
Premios LA RAZÓN Comunidad Valenciana
Proyecto FER: Sacrificio para lograr el éxito
El Proyecto FER ha recogido el Premio LA RAZÓN Comunidad Valenciana al Fomento del Deporte

Los valores del deporte son sacrificio y superación. No hay duda de que ser deportista de élite, competir y pelear por una medalla o un reconocimiento es digno de alabar. Pero ese carácter luchador sale, como no podía ser de otra forma, en las circunstancias más adversas. Los deportistas del Proyecto FER, iniciativa de la Fundación Trinidad Alfonso, bien lo saben. Sobre todo, aquellos que viven en las zonas afectadas por la dana y que sacaron esa descomunal fuerza de voluntad para ayudar a los demás pese a que ellos también habían sufrido las terribles consecuencias de la riada. Por ello, el Proyecto FER y, sobre todo, sus deportistas, merecen un reconocimiento en forma de premio, para destacar su carácter solidario y resiliente y su capacidad para salir adelante.
En esta edición de los Premios de LA RAZÓN han sido galardonados al Fomento del Deporte. Un galardón que, este año, va más allá de la competitividad en las pistas y en los torneos. Como no podía ser de otra forma, su capacidad para reponerse en esos duros momentos, no sólo para tirar hacia adelante sino para ayudar a aquellos que los necesitaban, es el motivo principal por el que merecen visibilidad. Ejemplos hay muchos. Tres de ellos fueron los que recibieron la distinción de LA RAZÓN en nombre de todos ellos. Fueron Enrique Maranchón, ciclista de Utiel, Pablo Martínez Palop, nadador de Aldaia e Iván Lysenko, atleta de taekwondo y natural de la localidad de Paiporta.
Su incansable esfuerzo en momentos tan trágicos y su capacidad para tender una mano les ha valido el reconocimiento. Para Pablo Martínez Palop, el premio «te anima a seguir buscando objetivos, a seguir luchando». Su historia es la de muchos de los que participan en el Proyecto FER. El garaje de su casa se vio inundado ese fatídico 29 de octubre. «Mi club vino a ayudar a mi pueblo, para colaborar en todo lo que fuera necesario», confiesa emocionado. Es, quizás, uno de los valores que mejor representan a los deportistas que forman parte del Proyecto FER que impulsa la Fundación Trinidad Alfonso. Porque cuando llegó la tragedia, hasta los deportistas afectados, sacaron fuerzas para calzarse las botas y colaborar más allá de sus propios municipios. «Salías a la calle y veías a mucha gente desesperada porque lo habían perdido todo. Fue muy duro», sostiene Pablo. Pero cree que, en esas circunstancias adversas, salen a la luz todas las enseñanzas y el sacrificio que conlleva el deporte. «A mí me influyó ser deportista porque pensaba que esto lo teníamos que sacar adelante entre todo, esos son los valores que hemos aprendido y que llevamos a cabo cuando competimos, pero con la dana tuvimos que pensar que había que ponernos en pie», asegura.
Para él, natural de Aldaia, el deporte fue «una vía de escape». «Ningún entrenamiento es igual al anterior. El deporte te ayuda a adaptarte a cada situación. La disciplina, la constancia y el sacrificio que aprendes te ayuda a afrontar tus problemas. Es una enseñanza que te aporta mucho como persona. Yo, sin entrenar y sin el deporte, no sería la persona que soy», afirma.
¿Por qué son necesarias iniciativas como el Proyecto FER? Pablo Martínez Palop tiene muy clara la respuesta: «Te ayuda económicamente a tener una carrera deportiva, a seguir peleando por tus sueños. Yo me dedico a la natación, un deporte que apenas recibe apoyo económico. Incluso, te ves en la tesitura de tener que marcharte a otro país. Pero recibir ese apoyo, darle visibilidad como hace el Proyecto FER, te da reconocimiento e, incluso, esa visibilidad para que te contacten patrocinadores el día de mañana», defiende el joven nadador. Él ansiaba formar parte de una iniciativa que pone el foco en el esfuerzo y la superación. Como Pablo, Enrique e Iván, son muchos los que encuentran en este proyecto el apoyo necesario para labrarse una vida deportiva. No es sencillo, bien lo saben, pero como cuenta el joven nadador de Aldaia «en el Proyecto FER están los mejores». «Desde que tenía constancia de su existencia, pensaba que ojalá formar parte de él. Fue un objetivo más en mi carrera», añade.
Pero Pablo tiene otros retos en el horizonte. El primero no es deportivo. Espera que la reconstrucción sea una realidad para todos los afectados por la dana. Pero después, sí mira a la piscina, al sacrificio de entrenar horas y horas para lograr el éxito. «Tengo que preparar el campeonato nacional de Palma, que es un reto muy grande, y a corto plazo también el europeo de piscina que se celebra la primera semana de julio. Aunque para un deportista el objetivo es siempre participar en unas Olimpiadas. Por eso yo estoy luchando, aunque es un sueño a largo plazo», asegura el joven nadador.
Mientras llega el futuro, lo que sí ha demostrado el presente es que estos deportistas son un verdadero ejemplo de promoción del deporte. Un deporte que, además, ha mostrado su cara más solidaria y se ha convertido en todo un ejemplo de apoyo y colaboración.
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