Denuncia
UGT denuncia que el complejo educativo de Cheste inicia el curso con el agua contaminada
El depósito que provee las instalaciones educativos "está contaminado con pesticidas", según el sindicato
El sindicato UGT PV ha denunciado que el complejo educativo de Cheste (Valencia) ha comenzado el curso "con el mismo problema" con el que acabó, "sin agua potable en todo el recinto y con la necesidad del alumnado y el personal docente de tener que usar agua de botellas de plástico".
En un comunicado, UGT Serveis Públics del País Valencià señala que, desde el pasado 9 de mayo, el depósito que provee las instalaciones educativos "está contaminado con pesticidas" y, a pesar del tiempo transcurrido, "no hay una fecha para el arreglo ni una solución alternativa real".
De esta manera, añade el sindicato, "el que tendría que ser un referente educativo y deportivo de la Comunitat Valenciana vive una situación de precariedad sin precedentes".
Según afirma, en pleno inicio de curso, las más de 3.000 personas que estudian, entrenan y trabajan en el complejo "solo tienen una opción para beber y cocinar: agua embotellada".
"Duchas y lavabos continúan funcionando con el agua de red, autorizada para higiene personal, aunque circulan vídeos internos en los cuales el agua sale con un preocupante tono marrón", señala.
El sector de Enseñanza de UGT Serveis Públics se ha hecho eco de la "indignación del personal, que ha ido creciendo a medida que pasan los meses sin respuestas", e indica que los intentos de obtener explicaciones de la gerencia del complejo "han sido en vano", por lo que el profesorado ha trasladado formalmente la queja a UGT.
El sindicato ha anunciado que "tomará medidas. No se puede normalizar que un centro público de estas dimensiones funcione durante meses con un problema de salud pública sin una respuesta clara ni una planificación urgente".
Añade que aunque la Conselleria de Educación insiste en que el reparto de botellas garantiza la actividad diaria en Cheste, "la realidad es otra: alumnado que lleva agua de casa, improvisación en las cocinas para preparar menús con garrafas, y un campus que, cuatro meses después, sigue sin poder abrir un grifo para beber".
"La situación lleva camino de ser uno de los casos de desidia más escandalosos de la gestión educativa de los últimos años", concluye el comunicado.
Consultada por EFE, la Conselleria de Educación aún no se ha pronunciado sobre esta denuncia sindical.