Benetton despide a Oliviero Toscani por denigrar a las víctimas del puente de Génova

Subirse al tren de la provocación traza la línea más corta hacia la repercusión mediática, pero el riesgo a descarrilar es demasiado alto. Bien lo sabe Oliviero Toscani, famoso por sus controvertidas campañas publicitarias. La firma de moda italiana Benetton ha confirmado el pasado jueves el despido de su hasta ahora director creativo. El fotógrafo, en una entrevista para la radio italiana Rai, señaló que “a quién le interesa que se caiga un puente”, en referencia al viaducto de Génova que hace un año y medio se derrumbó causando 43 víctimas mortales.

Esta declaración se producía tras ser preguntando por el papel de su jefe, Luciano Benetton, en el accidente, ya que el presidente de la firma es accionista de Atlantia, cuya filial Autostrade per l’Italia era responsable de la gestión del puente. “Los 43 muertos inocentes para él contarán poco, pero para nosotros eran todo”, contestó Egle Possetti, presidenta de la asociación de víctimas del derrumbe. La esfera política no tardó en sumarse. Giovanni Toti, gobernador de la región de Liguria, donde se encuentra Génova, se declaró ”indignado” y exigió a Toscani que pidiera perdón y Giorgina Meloni, líder del partido de extrema derecha Fratelli di Italia, lo calificó de “vergüenza”.

La justificación de Toscani en redes sociales llegó pronto. A través de su cuenta de Twitter alegó que su comentario había sido sacado de contexto: “Lamento que mis palabras, extrapoladas y confusas, justificaran una locura como esa, que el puente no me interese en absoluto. Como todos, estoy interesado e indignado por esa tragedia. Pero es absurdo que algunos periodistas me pidan admitir responsabilidades”.

La firma de moda ha cerrado la polémica despidiendo al fotógrafo. “El grupo Benetton y su presidente, Luciano Benetton, se disocian de la manera más absoluta de las afirmaciones de Oliveiro Toscani sobre el derrumbe del puente Morandi y reconocen la imposibilidad de continuar la relación de colaboración con su director artístico Oliveiro Toscani”, comunicó la compañía.

Sin embargo, la relación entre el fotógrafo y la marca italiana ha sido siempre complicada. En 2000, después de 18 años como alma creativa de la empresa, Benetton le despidió por una campaña protagonizada por presos condenados a muerte que afectó negativamente a la empresa. En 2018 volvió a ser contratado, pero su inclinación por la polémica siguió con fotos con una modelo anoréxica, líderes políticos besándose o un enfermo de sida.