Jonas Brothers, la náusea de los niños prodigio
El trío presenta en Madrid y Barcelona “Happiness Begins”, el álbum de su reconciliación tras seis años separados
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A los niños Disney se les hace la vida un poco larga. Es como si el falaz mundo de la televisión y el espectáculo les revelase una verdad que los demás aprendemos mucho más tarde del no menos falaz mundo laboral. Los Jonas Brothers no habían cumplido 30 años y ya estaban quemados, aburridos, intoxicados del aire sucio de las ambiciones ajenas. Porque llevaban más de la mitad de su vida como caras monas, como monos de feria. Y eso que, al menos ellos, podían decir que se habían librado del otro binomio favorito de las criaturas Disney, el de juguetes rotos. Kevin, Joe y Nick se separaron en 2013 y dejaron de hablarse. Pero como es condición fraternal la de pelear, estas cosas tienen remedio: en 2019 publicaron «Happiness Begins», el disco de la reconciliación, que presentan en Madrid el domingo 16 de febrero en el WiZink Center y el lunes 17 en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Frustrados y traicionados
Llevaban tantos años haciendo lo que les decían que hicieran, que el trío entró en un proceso de náusea vital. «Llamarlo diferencias creativas es simplicar demasiado. En realidad, habíamos perdido las ganas por lo que estábamos haciendo por completo. Y además hacíamos un espectáculo que no vendía, era muy frustrante porque no estábamos orgullosos de nuestra música ni de nuestra vida», decía Nick Jonas en el documental el «Chasing Happiness», en el que explicaban el proceso de los últimos años. Fue el menor de los tres hermanos el que dijo basta. Pidió a los otros que se sentaran y les dijo que no aguantaba más. Pero no se trataba solo de terminar con la pantomina en que se habían convertido como trío artístico, sino que Nick iba a hacer carrera por su cuenta. Sus hermanos se sintieron traicionados. «Nos dijo: ‘‘La banda ha terminado, quiero continuar sin vosotros’’», relataba Kevin en el documental. Cancelaron el disco (iba a llamarse «V» y nunca vio la luz) y la gira que ya habían empezado a preparar (más de veinte conciertos anunciados) y se fueron por caminos separados.
Dejaron de hablarse, se odiaban. «Me sentí engañado. Sentí que me habían mentido. Estaba enfadado, bloqueado», dice Nick en el filme. Sin embargo, los problemas no eran todos en relación con el hermano menor. Joe guardaba un resentimiento con Kevin por haber dejado el grupo de lado cuando se casó con Danielle Deleasa. Parece el argumento de una serie de Disney, pero Joe empezó a sentir que el amor por su mujer era su única prioridad «y todos esos años juntos, nuestro primer amor por la música, nuestro primer amor por el grupo, se había esfumado», dice en el filme. Razones tenía para pensar que algo había cambiado porque una televisión estadounidense incluso hizo un «reality» sobre la vida en matrimonio de ambos. También es cierto que, tras casarse el propio Joe con la actriz de «Juego de tronos» Sophie Turner, dijo «comprender el cambio de prioridades» de su hermano. «Aunque me llevó un tiempo», reconoce el músico. Un tiempo que se llama madurar.
Reconciliación
En una entrevista con este periódico en mayo de 2019, mientras promocionaban en Madrid su último trabajo, explicaban cómo fue el proceso de apaciguamiento: «Mmhh... fue largo. Nos ha costado reconciliarnos porque, ya sabes, las relaciones entre hermanos tienen sus altos y bajos. Tuvimos que esforzarnos». Cuando ya todo el mundo pensaba que los Jonas Brothers nunca iban a reunirse, fue Nick, el mismo que puso punto final, quien dio el primer paso: «Tenía que ser él y afortunadamente lo hizo. Le estamos agradecidos», explicaba a LA RAZÓN. Los hermanos, salvo a Kevin los primeros años, recibieron su educación en casa, no fueron a la escuela. «Esos valores han sido la clave. Llevo trabajando desde los siete años. Eso nos ha obligado a ser adultos antes de tiempo. Aunque ahora parece que vamos un poco en regresión, queremos pasarlo bien, ser de trato más fácil y ser un poco menos adultos», aseguraba Mick aunque, paradójicamente, los tres están ya casados.
Aparentemente, la decisión de volver juntos no ha sido motivada por el dinero ni tampoco por el éxito y ni siquiera por la música. La prioridad era volver a ser hermanos, volver a disfrutar juntos de gira sabiendo que esa es una circunstancia que puede terminarse en cualquier momento. En el fondo, los Jonas saben que las cosas podrían haber salido peor y que, después de todo lo que han vivido, parece que ahora saben cómo vivir lo que tienen por delante: «Ahora sí que sabemos cómo puede funcionar. Lo tenemos muy claro. Sabemos de qué manera se puede construir el futuro del grupo. Siendo primero una familia».
Dónde: WiZink Center
Cuándo: domingo 16 de febrero, 21:00 horas
cuánto: desde 68 euros.