¿Cómo nos sentaremos en las salas de cine?: empieza la película de la “nueva normalidad”

Después de meses de sequía cinematográfica, polvo en los asientos, ausencia de estímulos audiovisuales fuera de casa y olvido ocasional del sabor de unas palomitas de máquina, las salas de cine se abrazan a la dichosa “nueva normalidad” y comienzan a prepararse para sus respectivas reaperturas. En consonancia con el anómalo pero necesario protocolo sociosanitario que impregna la cotidianidad de nuestros actos, mascarillas, guantes, geles y distancia corporal mediante, este nuevo código de conducta a la hora de regresar a las butacas se va a convertir en el decálogo imprescindible de los nostálgicos del séptimo arte y de todas aquellas personas reticentes aún a ese desconocido mundo que asoma, necesitados todavía de más tiempo para reincorporarse a la normalidad.

Así, con el objetivo de dotar a los cines de todos aquellos mecanismos necesarios para garantizar la seguridad de los trabajadores y espectadores de cara a su incorporación, la Federación de Cines de España (FECE) y la Federación de Distribuidoras Cinematográficas (Fedicine), se han unido para elaborar un protocolo de actuación que garantice la seguridad de todos los que acudan a reencontrarse con el séptimo arte, pero también el mantenimiento de la ritualidad que esto implica. “La adaptación a las salas va a ser un proceso gradual. Todas las reaperturas van a irse realizando poco a poco. Desde que el 25 de mayo algunas comunidades autónomas como Murcia se decidieran a abrir algunos de sus cines, cada fin de semana se han ido sumando más provincias a medida que iban avanzando las fases. Hay muchos que todavía quieren esperar a que llegue esa ansiada fase 3, pero la idea es que de aquí a final de mes esté abierto prácticamente todo el mercado. La seguridad va a ser sin duda la principal característica de esta nueva apertura”, explica el director de FECE, Borja De Benito acerca de las líneas de actuación que van a seguir, entre otros, los Cines Renoir de Plaza de España que hoy reabren sus puertas.

Por su parte, Fernando Évole, director general de Yelmo Cines, asegura estar convencido de que el acto de ir al cine, entendido como rito y acto social, no va a modificar un ápice de sus costumbres y particularidades: “¿Cuánto hemos tardado en adaptarnos a la nueva normalidad que estamos viviendo? Realmente muy poco. Míranos, estamos aquí haciendo una entrevista con las mascarillas puestas como si nada extraño sucediese. Pues con esto yo creo que va a ocurrir exactamente lo mismo. La gente vendrá al cine, comprará su entrada online, intentará hacer menos cola, recogerá sus productos en la barra (preferiblemente adquiridos de forma previa a través de internet), se irá a su espacio asignado, se sentará separada de otras personas por butacas libres que delimiten la distancia requerida y podrán ver la película tranquilamente. Se quitará la mascarilla, se comerá sus palomitas y vivirá una experiencia increíble, disfrutará de una buena cinta y tendrá la sensación de estar en el mismo lugar de siempre”, señala. “Si lo piensas va a ser incluso mejor ir al cine ahora que antes porque no vas a tener a nadie al lado que te moleste. Como si estuvieras en un entorno de lujo. En ese sentido creo que hasta se va a mejorar la experiencia”, añade con evidente entusiasmo.

Las dinámicas de comportamiento y movilidad dentro de la sala no se modifican de manera sustancial, pero resulta importante resaltar dos cosas. La primera de ellas es que se podrá prescindir del uso de mascarillas si nos encontramos dentro de la sala (durante el recorrido hasta llegar a la misma sí habrá que llevarla puesta) para ingerir bebida o comida con total libertad. Y la segunda es que, a pesar del establecimiento de una distancia entre butacas equivalente de forma aproximada a un metro y medio, la disposición de los asientos podrá configurarse en bloques. Es decir, que podrán sentarse dos personas juntas, o tres o cuatro siempre y cuando estén separados del resto por la correspondiente distancia. Se agrupan convivientes pero se separan a los grupos de convivientes del resto de los espectadores. De Benito asegura que les va a llevar todo el verano reincorporar de nuevo a los espectadores habituales de cine a las salas, pero las ganas de volver a apasionarse con las imágenes en una gran pantalla, sin duda, no cambian. Bienvenidos a las nuevas costumbres.